Madrid.- Ayer por la tarde, en la Dirección General de Empleo, del Ministerio de Trabajo, el árbitro designado de común acuerdo por ambas parte, Manuel Pimentel, reunió a las partes de la comisión negociadora del II Convenio Colectivo, Aena y los representantes del sindicato mayoritario de controladores, Usca.
Comenzó así el procedimiento de arbitraje previsto en el pacto suscrito por las partes y publicado la pasada semana en el Boletín Oficial del Estado. Ambas partes parece que no están muy de acuerdo en el trabajo que tiene por delante el árbitro, pues mientras Aena manifestó que está ya consensuado lo fundamental del contenido del convenio, para los controladores, el acuerdo llegado no rebasa ni el 10% del total.
Entre los puntos ya acordados figuran las cuestiones salariales, que se firmaron en el documento del 13 de agosto, y un pacto en prevención de riesgos laborales. Pero, a juicio de los controladores, las materias más complejas son la definición de la jornada laboral y de la carrera profesional de este colectivo, sobre lo que no hay acuerdo. En cuanto a la jornada laboral, los controladores exigen 1.440 horas anuales, mientras que Aena ofrece una horquilla que va de 1.200 a 1.500 horas en función del centro de trabajo, según lo hecho público por ambas partes. En todo caso, la jornada no puede exceder las 1.670 horas marcadas por la ley que regula el trabajo de los controladores.
Una vez concluido el pasado lunes el plazo fijado por las dos partes para la negociación del convenio colectivo, el ex ministro de Trabajo dispone de este mes para dictar el correspondiente laudo. En el acto de ayer las partes comunicaron al árbitro los acuerdos expresos parciales (acuerdos autónomos) que hayan sido alcanzados, por escrito y debidamente rubricados por ambas representaciones.
A partir de la presentación de las respectivas propuestas, Pimentel dará audiencia a cada una de las partes antes de dictar su resolución que, junto con los acuerdos autónomos ya alcanzados serán objeto de depósito, registro y publicación en los términos previstos en el artículo 90 del texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores.
El ministro de Fomento, José Blanco, se mostró confiado en que la buena labor del árbitro ponga fin al conflicto de Aena con el sindicato de controladores aéreos. Una situación que ha estado «enquistada» y que estamos «en la antesala» de su resolución definitiva, porque Pimentel, ha asegurado, «hará un buen trabajo y un buen laudo» que será aceptado por las partes.