Madrid.- El ministro de Fomento, José Blanco, no se fía de la palabra de los controladores. Ante el compromiso de éstos de no perturbar el tráfico aéreo, indicó ayer que le gustaría poder creerles pero que el 13 de agosto también firmaron un documento similar que luego rompieron.
Blanco aseguró en TVE que le gustaría «creerles pero el camino se demuestra andando» y que los controladores lo que tienen que hacer es «cumplir con su deber y su obligación, sin tener contrapartidas».
El titular de Fomento recordó que se trata de un colectivo que en 30 años no ha convocado ninguna huelga legal porque «ha saboteado miles de veces el normal funcionamiento del tráfico aéreo».
El ministro emplazó al PP a decidir si da más credibilidad a las firmas de los controladores que a su trayectoria hasta ahora, es decir, más «a las promesas que a los hechos».
Acerca de la prórroga del estado de alarma aprobado ayer por el Congreso, Blanco volvió a pedir el apoyo de los grupos políticos por «la gravedad del sabotaje de los controladores». A su juicio, «lo alarmante hubiera sido no decretar el estado de alarma para evitar el chantaje» y añade que les hubieran acusado de «dejación e incumplimiento» de su deber de gobernar.
Blanco se mostró convencido de que la militarización de la gestión aeroportuaria fue una decisión «conforme a derecho y conforme a la Constitución» para la que el Gobierno contaba con «todos los informes».