Sidney.- «Hay un problema crucial de seguridad» con el motor que puede desembocar en «una avería catastrófica», ha concluido el equipo australiano que investiga la explosión en vuelo del motor Rolls-Royce de un A380 de la compañía Qantas hace un mes.
Según la Oficina australiana para la Seguridad del Transporte Aéreo (ATSB), un componente mal ubicado desgastó un conducto de combustible, provocando fisuras, luego fugas y finalmente un incendio que explica la avería del motor. Este componente mal instalado puede desembocar en una «avería potencialmente catastrófica, debido al incendio», subrayan los investigadores, señalando que se trata de un problema de fábrica.
El equipo investigador emitió una directiva ordenando a Rolls-Royce «ocuparse de este problema de seguridad» de manera urgente y «tomar las acciones necesarias para garantizar la seguridad de los vuelos de aviones equipados con motores Rolls-Royce Trent 900».
Qantas indicó que verificará una vez más sus motores, pero subrayó que se trataba de medidas de precaución y que no había «un riesgo inmediato para la seguridad de los vuelos». «Las inspecciones comenzarán esta tarde», agregó la compañía. «Qantas no puede saber aún si estas inspecciones tendrán un impacto en sus vuelos internacionales», pero que estudiaría soluciones de reemplazo, indicó.
La compañía aérea australiana Qantas había inmovilizado la totalidad de su flota de aparatos A380 tras el grave incidente en vuelo -la explosión de un motor- el 4 de noviembre. El piloto tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Singapur. El incidente no dejó ningún herido. Desde entonces, después de cambiar los motores de los aparatos, Qantas puso en servicio una parte de su flota de A380.
La compañía aérea australiana inició un proceso judicial que la autoriza a querellarse contra el fabricante de motores Rolls-Royce, indicó ayer. Qantas quiere estar segura de que «podrá iniciar una acción judicial contra Rolls Royce en Australia si no se llega a un acuerdo de compensación», expresó la compañía aérea en un comunicado. La semana pasada, el presidente de Qantas, Alan Joyce, no había dado ningún detalle sobre el coste provocado por la inmovilización de los A380, pero indicó que la aerolínea reclamaría una compensación a Rolls Royce.