Madrid.- “Todos los profesionales titulados en ingeniería tendrán expresamente reconocidas facultades para realizar cuantas funciones le atribuya la normativa vigente a cualquier rama de la ingeniería”, según se contempla en uno de los últimos borradores del Anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales que maneja el Gobierno, al que ha tenido acceso este diario digital.
“El sector de los servicios profesionales se caracteriza por la existencia de las denominadas ‘reservas de actividad’: sólo quien posee una determinada cualificación puede prestar determinados servicios. En el sector de los servicios profesionales hay un problema de falta de competencia y es necesario proceder a una nueva regulación que reordena el mapa de reservas de actividad y las obligaciones de colegiación, de acuerdo con los principios de necesidad y proporcionalidad”, comienza exponiendo el borrador del Anteproyecto de Ley.
Las líneas generales de los cambios propuestos el pasado verano respecto a las reservas de actividad profesional fueron ya examinadas y aprobadas el pasado 10 de junio por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE).
En el Anteproyecto “se aplican con rigor los principios de necesidad y proporcionalidad a las reservas de actividad”. En concreto, respecto a las profesiones técnicas, el borrador establece: “sobre la base del modelo ya respaldado por la CDGAE, se concreta la reforma de las ingenierías, consistente en admitir expresamente que todos los titulados en ingeniería tendrán reconocidas facultades para realizar cuantas funciones le atribuya la normativa vigente a cualquier rama de la ingeniería”.
“Esta reforma -añade el borrador- es compatible y refuerza el denominado proceso de Bolonia, ya que no se refiere al ámbito académico, sino al de las atribuciones profesionales y, además, apuesta por la formación continua de los profesionales, la potenciación del título de grado como el significativo para el empleo frente al de máster que sería una especialización y fomenta la innovación en títulos adaptados a la demanda del mercado laboral”.
En el “Anexo I: propuesta de reducción de reservas de actividad”, el borrador propone una serie de profesiones actualmente reguladas con reserva de actividad, como los ingenieros aeronáuticos, técnicos aeronáuticos, de Caminos, Canales y Puertos, técnicos de Obras Públicas, técnicos en Topografía, Navales y Oceánicos y técnicos navales, que se mantendrían reguladas tras la reforma genéricamente como “ingenieros”.
El informe justifica “la profunda reforma de la ingeniería acometida, entre otras razones, en las siguientes:
-Al tratarse de actividades profesionales incardinadas en el sector tecnológico, su potencial para generar crecimiento económico es muy alto.
-Las 17 ramas de la ingeniería con reservas de actividad exclusiva y excluyentes existentes en España son una anomalía enn el contexto europeo: no sigue los modelos más generales de otros países de la UE (ausencia de regulación o, al menos, menor segmentación entre distintas especialidades).
-La falta de flexibilidad en las atribuciones profesionales segmenta artificialmente el mercado y frena la capacidad de atender las necesidades de la economía.
-Además, genera una gran conflictividad entre las corporaciones colegiales de los ingenieros en defensa de sus áreas de actividad y ha llevado a numerosos pleitos que están paralizando proyectos (y, por tanto, actividad económica). Esto genera incertidumbre e inseguridad jurídica e influye negativamente en las expectativas inversoras en España.
-La segmentación agrava el problema de la falta de titulados en ingeniería que puede estrangular el crecimiento económico en general y, en particular, en los sectores tecnológico e industrial.
-Finalmente, lo ingenieros españoles tienen problemas de movilidad, debido a su ámbito restringido de atribuciones.
Esta mala regulación restringe la competencia en estos mercados y perjudica significativamente el desarrollo de todas las potencialidades que ofrecen las actividades profesionales tecnológicas que deben ser un sector competitivo de nuestra economía”, concluye el borrador.
La propuesta de solución que el borrador del Anteproyecto de Ley que maneja el Gobierno es una nueva regulación de las atribuciones de las ingenierías. “Se trata de un modelo donde cualquier ingeniero está habilitado para cualquier actividad profesional de las que ahora están reservadas a los ingenieros en sus distintas ramas y especialidades, partiendo de que todos los titulados en ingeniería comparten un núcleo común de conocimientos suficiente para habilitarles a realizar todas las funciones que tiene los ingenieros, sin alterar el modelo académico vigente”.