París.- A través del objetivo de su cámara Osiris, la sonda espacial europea Rosetta ha descubierto que el misterioso objeto ‘P/2010 A2’, que se daba en un principio por un cometa, no se trataba de tal, sino del rastro de escombros generados por la colisión de dos asteroides.
Un telescopio desde la superficie de la Tierra descubrió el P/2010 A2 el pasado mes de enero durante una inspección rutinaria del firmamento. Este objeto se clasificó inmediatamente como un cometa por presentar una larga cola, aunque los astrónomos no estaban del todo convencidos. El P/2010 A2 se encuentra en el cinturón interior de asteroides, describiendo una órbita casi circular, mientras que la mayoría de los cometas se acercan al Sol desde los confines del Sistema Solar recorriendo elipses de proporciones gigantescas.
Por otra parte, el P/2010 A2 no parecía presentar un núcleo que diera origen a su cola, simplemente presentaba una brillante estela. “éramos conscientes de que hacía falta observar el P/2010 A2 desde un punto de vista diferente, y Rosetta se encontraba en el lugar idóneo para investigarlo de cerca”, explica Colin Snodgrass del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Alemania.
Al comparar las imágenes obtenidas por Rosetta con las de los telescopios en Tierra y con modelos matemáticos, se detectó que la cola no estaba compuesta por un flujo continuo de material eyectado por un hipotético núcleo, como sucede en los cometas, sino que se trataba de un conjunto de partículas que fueron arrojadas al espacio en un momento concreto.