Everett.– La constructora aeronáutica norteamericana Boeing ha anunciado un nuevo retraso en la entrega del primer 787 Dreamliner que espera se produzca a mediados del primer trimestre del año próximo.
Este nuevo retraso en la entrega se produce como resultado de una evaluación de la disponibilidad de un motor necesario para la fase de pruebas de vuelo este otoño. Boeing trabaja con Rolls-Royce para acelerar la disponibilidad del motor, mientras los ensayos en la flota de pruebas de vuelo continúan de acuerdo al plan.
La constructora aeronáutica norteamericana afirmó el pasado mes que el impacto acumulativo de una serie de incidentes, incluidos los del proveedor del estabilizador horizontal y retrasos de instrumentación, podrían hacer mover la entrega del 787 a las primeras semanas del 2011. El retraso en la disponibilidad del motor ha hecho necesario extender la estimación hasta mediados del primer trimestre del 2011.
Esta revisión del calendario no afecta la estimación financiera de la compañía, según fuentes de la misma.
La innovadora estructura del Boeing 787 y su proceso de fabricación, que además de hacerse en un centenar de sitios, con problemas de suministro, diseño y una huelga de trabajadores de dos meses han complicado la tarea de los ingenieros aeronáuticos. A los grandes fabricantes japoneses como Mitsubishi Heavy Industries (MHI) y Kawasaki Heavy Industrie (KHI), se les asignó un tercio de la fabricación del fuselaje del 787, que se inscribía en un importante programa japonés de la industria aeronáutica y que incluía también la fabricación de partes del Boeing 767 y 777.
La compañía aérea japonesa ANA, que será la primera del mundo en operar con el 787, ha hecho un pedido de 55 unidades. Estas están destinadas a reemplazar sus aviones con un fuerte consumo de queroseno y a jugar un papel importante dentro de al estrategia de ANA, tanto desde el punto de vista económico como de imagen. La compañía contará con estos aviones de nueva generación, fabricados con fibra de carbono y titanio, y diseñado para operar vuelos de largo alcance con una capacidad prevista de hasta 350 pasajeros.