Luxemburgo.- El ministro español de Fomento, José Blanco, presidió ayer la firma del acuerdo de servicios aéreos entre Estados Unidos y la Unión Europea, junto con representantes de la administración estadounidense y el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de los transportes, Siim Kallas.
Blanco ha querido destacar, tras la firma de este acuerdo, el valor y la prioridad dado por los ministros europeos de Transportes, y especialmente por España desde la actual Presidencia del Consejo, a la conclusión de este acuerdo, que supondrá la creación de un área integrada que permitirá acortar las distancias de vuelo y reducir los tiempos de viaje, así como rebajar los precios de los trayectos y recortar las emisiones de gases contaminantes de efecto invernadero.
Tal y como ha declarado Blanco tras su firma, “consolida las posibilidades del mercado trasatlántico, y establece las bases del proceso de liberalización de los mercados aéreos internacionales, en beneficio de nuestra industria aérea y nuestros ciudadanos”.
En la práctica, el acuerdo firmado hoy facilitará un mayor acercamiento de los ciudadanos americanos y europeos, la apertura de nuevas rutas, con más y mejores ofertas, “permitiendo también más crecimiento, más desarrollo económico y más empleo a ambos lados del Atlántico”, según Blanco.
Conforme a los cálculos realizados por la Comisión Europea, la puesta en marcha de la segunda fase del acuerdo de servicios aéreos, sumada a los efectos derivados de la fase anterior, comportará unos beneficios al conjunto de los consumidores de Estados Unidos y la Unión que se calculan en más de 12.000 millones de euros, así como la creación de 80.000 nuevos puestos de trabajo.
El texto rubricado por la Unión Europea y Estados Unidos es el resultado de varios meses de intensos trabajos por parte de las comisiones encargadas de negociarlo y supone la culminación con éxito de casi tres años de encuentros, gracias en buena medida al impulso impreso por la presidencia española del Consejo de Transportes de la UE, e incluye avances de gran trascendencia en materia medioambiental, armonización normativa, reconocimiento mutuo de autorizaciones y competencia.
Destaca igualmente el incremento de la cooperación en materia de seguridad de las operaciones y de aviación civil, y se traducirá en una mejora en el intercambio de información entre autoridades y en el reconocimiento mutuo de medidas y de actuaciones en caso de emergencia.
Gracias al acuerdo firmado hoy en Luxemburgo, las compañías europeas podrán transportar además a personal involucrado en contratos públicos con la Administración norteamericana.
El texto establece también un procedimiento concreto para continuar avanzando en la práctica en la liberalización y mayor apertura de los mercados, diseñando un Comité Conjunto que estará compuesto por representantes de ambas administraciones y de los respectivos sectores interesados, y reforzando las posibilidades de nuevas alianzas transoceánicas de compañías aéreas.