Bruselas.- El Parlamento Europeo ha pedido a la Comisión más inversiones para llevar a término el Programa Galileo de navegación por satélite que, ya en avanzada fase de desarrollo, ofrecerá una alternativa europea al estadounidense GPS, única tecnología disponible por el momento.
Entre los principales beneficiarios de la mayor calidad y fiabilidad de las señales de Galileo estarían la aviación y el transporte, pero su precisión sería también aplicable a otras áreas como la agricultura, donde sería posible supervisar la aplicación de productos químicos, o la protección del medio ambiente, ya que se podría realizar un seguimiento de las sustancias contaminantes o estudiar el comportamiento de corrientes marinas o icebergs.
Galileo es un sistema global de navegación por satélite desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y el ejecutivo comunitario. Gracias a su constelación de veintisiete satélites orbitando alrededor de la Tierra, Galileo será capaz de calcular las ubicaciones de un modo mucho más preciso que el GPS, con un margen de tan sólo un metro de error.
Actualmente, los fondos sólo llegan para un primer lote de dieciocho satélites, pero para garantizar la total cobertura del planeta son necesarios treinta: los veintisiete previstos y tres de repuesto. Además, el mantenimiento y actualización del sistema también tendrían que ser financiados en un futuro.
El proyecto se encuentra en una fase avanzada: se están construyendo los centros de control y está previsto que se lancen los primeros satélites en 2011. Para la primera mitad de 2014, estarán en órbita dieciocho satélites.
El presidente de la comisión de Industria del Parlamento Europeo, el popular alemán Herbert Reul, aseguró que completar Galileo es una «sabia idea» tanto desde el punto de vista político como económico. «Sería un error abandonar el proyecto a medio camino», subrayó Reul, dado que, según apuntó, sus aplicaciones económicas y prácticas son cada vez más numerosas en sectores tan variados como la agricultura, la construcción o el transporte.
Sin embargo, precisó el alemán, la Comisión Europea debe vigilar la gestión del presupuesto para Galileo para que no se repitan los excesos presupuestarios del pasado.
Servicios comerciales: a cambio del pago de un canon, los usuarios dispondrán de medidas mucho más precisas, con un margen de centímetros.
Servicio público regulado: se trata de una señal encriptada, que será utilizada por la policía, servicios de emergencia y, en determinados casos, también por los servicios militares. Permite bloquear el acceso a todos los usuarios, salvo a las agencias gubernamentales.
Servicio de búsqueda y salvamento: esta opción, exclusiva de Galileo, brindará importantes mejoras como la localización precisa de alertas (con pocos metros de margen, en lugar de los cinco kilómetros actuales) o la detección por múltiples satélites para evitar el bloqueo en condiciones de poca visibilidad.
Galileo fue diseñado para ofrecer una alternativa al sistema estadounidense, dado que los Estados Unidos ya han demostrado que pueden rebajar la precisión del servicio en una zona específica, por ejemplo en escenarios de guerra. Por ello, la Unión Europea necesita contar con un sistema en el que confiar en épocas de inestabilidad política. En cualquier caso, está previsto que Galileo trabaje conjuntamente con el sistema americano y con el GLONASS ruso.
A pesar de que se ha diseñado exclusivamente para uso civil, queda en manos del Parlamento y el Consejo la opción de permitir un posible uso militar.