Londres.- La compañía aérea British Airways, cuyo personal de cabina ha iniciado esta madrugada una nueva huelga de cinco días, registró al concluir el año fiscal el pasado 31 de marzo los peores resultados económicos desde su privatización en 1987 con unas pérdidas de unos 490 millones de euros, según anunció a finales de la pasada semana.
Unos 13.000 empleados de cabina participan en este nuevo paro, el primero de una serie que se prolongará hasta el próximo 9 de junio.
Con todo, las pérdidas registradas son menores de las previstas por los analistas, aunque suponen un incremento del 18,7% respecto a las del año anterior. A ello ha contribuido, según la compañía las huelgas del personal de cabina llevadas a cabo en marzo pasado.
El objetivo de la compañía es volver al equilibrio este año “Este es nuestro segundo año consecutivo de pérdidas récord pero nos anima el hecho de que, aunque nuestros ingresos se redujeron de 1.000 millones de libras, también lo hicieron nuestros costes», declaró en un comunicado el presidente de la compañía, Martin Broughton.
British Airways, que se dispone a fusionarse con la compañía española Iberia a finales de este año, logró estos ahorros principalmente gracias a la caída de los precios del petróleo. British ha reducido su plantilla en casi 3.800 personas durante el pasado ejercicio, hasta un total de 37.600 empleados, lo que representa una disminución del 9,4%. Desde 2008, ya ha suprimido 6.000 empleos.
«La vuelta a la rentabilidad requiere cambios permanentes en toda la compañía y es decepcionante que el sindicato que representa a nuestro personal de cabina no lo acepte», declaró el consejero delegado de British Airways, citado en el comunicado. Si se confirman los 15 días de huelga, la aerolínea podría hacer frente a una factura estimada en 100 millones de libras, pese a que anunció planes de contingencia para hacer volar a «más del 70%» de sus clientes.