Palma de Mallorca.- El pasado día 13 en la Feria de la Ciencia de Baleares fue presentado por Feliciano Fuster, presidente de honor de Endesa, el libro “25è aniversari del primer parc eòlic”, escrito por el ingeniero aeronáutico menorquín Josep Lluís Cardona y editado por la Dirección General de Innovación y el Institut d’Estudis Baleàrics del Govern Balear.
En él se recogen los primeros pasos de este tipo de energía, las peripecias vividas para montar el primer parque eólico español y las actividades de otros grupos y de la Administración en los años 80, que han hecho posible que actualmente nuestro país sea líder a nivel mundial en este tipo de energía.
Hace ahora 33 años, Cardona, atraído por las fuentes alternativas, pasó a formar parte del recién creado departamento de Energía Solar en Construcciones Aeronáuticas como responsable del desarrollo de colectores solares cilíndricos parabólicos del proyecto hispano alemán Solar Farm 50 KW, la primera central termoeléctrica del país, que entraron en funcionamiento a finales de 1979 en Getafe; y a partir de ahí comenzó a ser conocido en el ámbito de las energías renovables en España.
A finales de 1979 fue llamado por el entonces presidente de GESA, Feliciano Fuster, que había creado un Grupo de Investigación en energías renovables, para desarrollar los primeros proyectos eólicos y en ellos trabajó durante una década. Se trataba de programas de ámbito estatal, en concreto Cardona trabajó en el UNESA-INI construyendo desde Mallorca dos modelos de aerogenerador diseñados y fabricados completamente en España.
En marzo de 1983, se pudo levantar en el Coll d’en Rabassa, en Mallorca, el primer aerogenerador diseñado y fabricado completamente en España que se conectaba a la red eléctrica nacional. Este prototipo de 10 metros de diámetro y palas de ángulo variable, con una torre reticular de 12 de altura, ideado por Cardona, se desarrolló en el tiempo record de un año, con la colaboración de talleres seleccionados por su capacidad para transformar muy rápidamente los planos y las especificaciones conceptuales en componentes del aerogenerador. Las palas fueron construidas por la empresa Fibrester de Tarragona, la góndola por Fidher de Madrid y el sistema de control por Rei de Barcelona.