Bruselas.- La Comisión Europea actualizó ayer la normativa de seguridad aérea implantada a raíz de los atentados del 11-S y otros intentos terroristas. Así, el Ejecutivo comunitario decidió prorrogar hasta dentro de tres años las restricciones al transporte de líquidos en el equipaje de mano en vuelos comerciales de la UE, que debían haber sido levantadas ayer.
Bruselas cuenta con que en ese plazo los aeropuertos europeos dispongan de la tecnología necesaria para detectar sustancias explosivas en los controles aeroportuarios. Como paso previo a la desaparición total de las restricciones, a partir del año próximo, los líquidos adquiridos en las tiendas libres de impuestos de aeropuertos de terceros países o a bordo del avión y transportados en bolsas selladas estarán permitidos en cabina. Actualmente sólo está permitido transportar este tipo de artículos en el equipaje de mano si proceden de Estados Unidos, Canadá, Singapur y Croacia.
La UE adoptó la normativa sobre líquidos en octubre de 2006 para impedir ataques terroristas tras detectar en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, un plan para atentar contra varios aviones con destino a Estados Unidos con explosivos líquidos.
Las restricciones actuales impiden a los pasajeros llevar en el equipaje de mano más de un litro de líquidos, geles o aerosoles y obliga a que esta cantidad esté dividida en envases de 100 mililitros y dentro de una bolsa de plástico transparente de un litro de capacidad, aunque hay excepciones para los medicamentos y alimentos especiales.
La prórroga decidida ahora forma parte de un paquete de medidas que entró en vigor ayer en toda la UE con el objetivo de actualizar las normas comunitarias aplicadas desde 2002 a fin de agilizar los controles en el transporte aéreo sin que ello suponga poner en riesgo la seguridad.
El comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, aseguró en un comunicado que se ha aprendido mucho desde que se fijaron las normas comunitarias de seguridad tras los atentados terroristas del 11-S, por lo que ahora se puede mejorar los procedimientos de control para que la industria aérea pueda aplicarlos de forma más sencilla.
Entre las mejoras que introducen las nuevas normas figura la simplificación de los controles de manera que se evite la innecesaria repetición de la supervisión de pasajeros que no hayan salido de las zonas controladas del aeropuerto. Asimismo, se facilitará información clara y detallada de la documentación que necesita un pasajero para acceder al aeropuerto y a determinadas áreas restringidas, lo que hará más fácil la cooperación con los servicios de control.
También se introducirán en todos los países de la UE un procedimiento armonizado para controlar a los transportistas aéreos de mercancías, lo que evitará también supervisiones dobles y ahorrará costes. Otro de los aspectos que mejora la nueva normativa es la formación de los servicios de control que a partir de ahora tendrán que atenerse a una serie de estándares mínimo comunes.