Vitoria.- Un coloso del transporte aéreo, el Antonov 225, aterrizó el pasado lunes en el aeropuerto de Vitoria-Gasteiz. Procedente de Minsk, partió ayer para Leipzig. Se trata de uno de los dos únicos ejemplares que existen en el mundo.
El avión, de fabricación rusa, fue concebido en su origen para transportar al efímero transbordador espacial ruso Buran. En su bodega puede transportar cargas extremadamente pesadas y voluminosas, como trenes, helicópteros, turbinas y cientos de toneladas de suministros a zonas en conflicto o en situación de emergencia humanitaria.
Dispone de seis motores, con un empuje cada uno de ellos de 23 toneladas, lo que da la medida de su imponente capacidad de carga. Soporta 250 toneladas en el interior de su bodega y hasta 200 en la parte superior del fuselaje.
Las medidas, que ni siquiera supera el A-380 de Airbus, exceden lo habitual en los aviones de la aviación comercial para pasajeros. Mide 84 metros de largo y sus alas tienen una envergadura de 88 metros. No cabría en el estadio donde juega habitualmente el equipo local, el Club Deportivo Alavés, ya que el campo de fútbol de Mendizorroza mide 67 metros de ancho por 105 metros de largo.