París.- El secretario de Estado francés de Transportes, Dominique Bussereau, considera que se tardó demasiado en la concertación europea organizada el pasado lunes para la gestión de los problemas derivados del cierre de aeropuertos por la nube de cenizas del volcán islandés y ha culpado a otros grandes países sin citarlos.
«A Francia le ha parecido mucho tiempo» que se tardaran cinco días desde que se empezaron a cerrar aeropuertos hasta que se organizó la reunión de titulares de Transporte por vídeo-conferencia, ha subrayado Bussereau en una entrevista a la emisora de radio francesa RMC.
Bussereau ha explicado que el día 17, en tanto que responsable francés de Transportes, pidió la celebración de este encuentro y para eso habló con su homólogo español, José Blanco -España ejerce la presidencia de turno de la UE-, trató de localizar al comisario europeo del ramo, y habló con otros ministros de la UE.
«Lo único que se pudo conseguir en este magma es que la reunión se hiciera el lunes 19 «, ha lamentado antes de puntualizar: «He de decir, en descarga del comisario europeo y de la presidencia española, que algunos ministros de algunos grandes Estados no tenían prisa por razones de política interior».
El secretario de Estado francés se negó a identificar a los ministros que se mostraron remisos a una reunión más pronto -«no citaré nombres»- y se limitó a constatar que «perdimos 48 horas».
Por su parte, el comisario de Transportes, Siim Kallas, rechazó enérgicamente las críticas francesas al retraso en la reanudación gradual de los vuelos paralizados por la nube de ceniza volcánica. «Quiero hacer un comentario frente a los intentos deliberados de confundir. Es evidente que nos estamos acercando a las elecciones en algunos países», declaró Kallas, durante un debate especial en el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Reino Unido celebra elecciones a primeros de mayo y el land más importante de Alemania celebra elecciones en esa misma fecha. Holanda tiene también elecciones legislativas en esos mismos días y Polonia, presidenciales.
«Después de la erupción del volcán, todas las decisiones se basaron en modelos existentes aprobados. Decir que el modelo europeo ha fracasado por completo es totalmente falso. Es un evento extraordinario que ha sucedido sólo en raras ocasiones en el mundo, no es como la nieve que cae», se ha defendido.
«Decir que los ministros de Transportes debería haber intervenido de inmediato es ir completamente contra la corriente de cómo se organizan las cosas. En Europa estas decisiones están en manos de expertos y organismos independientes. Esto no depende de decisiones arbitrarias. Se trata de discusiones difíciles, porque debe tener en cuenta la vida de los pasajeros», concluyó.