Ginebra.- El dictamen de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la acusación presentada por EE UU contra las ayudas oficiales a la constructora aeronáutica europea Airbus establece que son ilegales los fondos gubernamentales que ambas compañías reciben para investigación y desarrollo, según las filtraciones producidas de este documento confidencial de más de 1.000 páginas.
El informe de la OMC establece que tanto la administración estadounidense como la Unión Europea otorgan subvenciones a las respectivas constructoras aeronáuticas. La UE, a través de un sistema de créditos reembolsables. EE UU, que inició el litigio, asigna fondos a través de las agencias gubernamentales. Los hechos revelan que sin ayuda pública no hay negocio aeronáutico posible. Esta especie de empate ante la OMC vendrá seguido por las alegaciones de las partes, con vistas a que puedan presentar un recurso en casación ante el órgano de lo contencioso de la Organización Mundial del Comercio.
Para la constructora norteamericana, “la OMC ha dado la razón a los EE UU en la mayoría de los puntos de su decisión final, la cual confirma la decisión provisional en el caso de los EE UU contra las ayudas a Airbus”.
“Esta es una decisión importante e histórica y representa buenas noticias para los trabajadores del sector aeronáutico en los EE UU que por décadas han tenido que competir contra un Airbus fuertemente subsidiado. Los funcionarios estadounidenses estiman que el valor comercial de las ayudas al lanzamiento recibidas por Airbus superan los 178.000 millones de dólares (en dólares del 2006). Los subsidios del gobierno han sido utilizados para la creación de todos los productos de Airbus, incluido el A330/A340, que recibió más de 5.000 millones de ayuda para su desarrollo, y el A380, que recibió 4.000 millones en subsidios”, ha apuntado Boeing en un comunicado.
En cambio, Airbus asegura que el dictamen rechaza el 70% de las quejas presentadas por EE UU, entre ellas, la que se refiere a los préstamos reembolsables concedidos a la constructora europea por varios Estados, como España. «El documento confirma lo que ya habíamos dicho: los préstamos reembolsables son un instrumento legal y no han causado la menor pérdida de empleo en la industria aeronáutica norteamericana», comentó una portavoz de Airbus.
“Estos resultados contrastan totalmente con las entusiastas expectativas anunciadas el día anterior por Boeing. Airbus, la UE y los Estados miembros procederán a analizar en profundidad el contenido del informe con objeto de anticipar una eventual revisión completa de la decisión por parte del órgano de apelación de la OMC”, señaló Airbus en una nota oficial.
Para la Unión Europea, el dictamen de la OMC es sólo “una pieza del rompecabezas y es prematuro que una parte cante victoria. Un panorama más completo sólo saldrá con la publicación del informe sobre la demanda de la UE contra las ayudas estatales a Boeing, que se espera que se emita en los próximos meses», según un portavoz de comercio de la UE.
Según el informe de la OMC, los fondos reembolsables que ha recibido Airbus para el lanzamiento de los programas de sus sucesivos aviones no infringen las reglas de la competencia. Airbus intenta que el desarrollo del último de sus aviones, el A350, quede fuera de esta batalla comercial, al considerar que la financiación de ese aparato es posterior a la denuncia estadounidense.
Este pronunciamiento constituye el primer capítulo de un espinoso conflicto con Estados Unidos que también incluye una denuncia europea por ayudas públicas al constructor norteamericano Boeing.
Además, la guerra Airbus-Boeing parece muy lejos de estar terminada, ya que las dos partes han anticipado que apelarán el fallo. Los expertos esperan ver el resultado del segundo capítulo del caso: la denuncia de la UE contra las ayudas recibidas por Boeing de parte del gobierno norteamericano. La mayoría apuesta por unas tablas o empate en el resultado final que obligaría a ambas partes a renunciar a las ayudas cuestionadas so pena de sanciones.
Frente a esta perspectiva, Airbus instó a Boeing a reanudar el diálogo para encontrar un «sistema de ayudas públicas transparentes».