Aquisgrán.- Investigadores alemanes estudian la estructura de las alas de la lechuza como base para desarrollar aviones que surquen el cielo dejando tras de sí menos rastros de contaminación acústica.
El biólogo Thomas Bachmann, de la Escuela Técnica Superior de Aquisgrán, trata de descubrir por qué estas aves hacen al volar menos ruido que las pertenecientes a otras especies. Una vez aclarado el enigma, su resultado podría serle de utilidad a la aeronáutica, según publicó ayer la Deutsche Welle.
Para Bachmann, “el estilo de vuelo de estas aves es elegante, cuentan con un plumaje bellísimo y son muy inteligentes. Aparte de hermosura, el plumaje otorga a las lechuzas otras cualidades. Da igual qué libro científico se lea: en todos consta que estas aves son capaces de volar de manera tan silenciosa gracias a la estructura de sus plumas. Esto se conoce desde 1934. Desde entonces se ha investigado mucho, pero nadie ha sido capaz de descifrar el mecanismo», dice el investigador alemán.
¿Dónde está el secreto del vuelo silencioso de las lechuzas? ¿Es la forma puntiaguda de la arista delantera de sus alas lo que reduce el volumen de ruido de su vuelo? ¿O se debe a los flecos de la parte posterior? A Stephan Klän, compañero del anterior y experto en aerodinámica, le interesa la respuesta a esas preguntas. Con un aparato miden los científicos los movimientos de aire que provoca el ala de una lechuza: cuanto menos aire se desplaza, más silencioso resulta el aleteo. Un láser otorga valores a las corrientes y las ráfagas; los resultados van almacenándose en un ordenador.