Santiago.- El consejero gallego de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde, clausuró este jueves el III Congreso Internacional Aeronáutico y Espacial impulsado por el Consorcio Aeronáutico Gallego en el que señaló que Galicia quiere marcar tendencia en este ámbito. En este sentido, destacó que cuenta con el tejido industrial, los centros de conocimiento y el talento para crear una industria sólida y en crecimiento.
En el evento, que se consolida como una cita anual imprescindible para el sector y que ponen de manifiesto el grado de compromiso de la Comunidad gallega, el titular de Economía indicó que esta industria está en plena expansión explicando las oportunidades económicas y sociales que ofrece.
En Galicia, la industria aeronáutica, a través del Consorcio Aeronáutico Gallego, aglutina a una treintena de empresas que factura 130 millones de euros al año y da empleo a 1.200 personas. Además, se pasaron de los 14 operadores de 2015 a las 206 empresas autorizadas por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) a cierre de 2018 en el ámbito de los vehículos aéreos no tripulados.
En el plano social, Conde señaló que los drones son una de las tecnologías más disruptivas que ofrecen aplicaciones que abren nuevas oportunidades en ámbitos como la agricultura, la seguridad, la vigilancia y la entrega de envíos. En este sentido, puso en valor el Polo Aeroespacial de Galicia, una de las mejores iniciativas europeas con el que la Comunidad gallega está avanzando en su plan de internacionalización.
Recordó, además, los proyectos que en él se están desarrollando y que próximamente empezarán a dar servicios a la sociedad como el dron marino diseñado por la Universidad de Vigo e Indra; los tres helicópteros no tripulados con prototipos que ya hacen ensayos de vuelo; el dispositivo creado por Centum, el Lifeseeker, para la localización de personas desaparecidas, que ya está en fase de comercialización; y la aceleradora BFAero, ubicada en Lugo, y que trata de avanzar en retos globales.
En definitiva, lo que busca Galicia es dar respuesta al control y mejora de la flota pesquera, la gestión forestal o el tráfico aéreo en espacios compartidos. Añadió, además, que el Polo Aeroespacial de Galicia está demostrando que cuando la Comunidad gallega suma capacidades es capaz de conseguir sus objetivos y de atraer a socios de proyección internacional como es el caso de las multinacionales Boeing, Indra y Babcock.
El Polo Aeroespacial de Galicia, una iniciativa conjunta impulsada por empresas líderes, pymes gallegas con experiencia, entidades colaboradoras como el CTAG, las universidades y las administraciones, cuenta cinco años después de su puesta en marcha con una inversión programada de 164 millones de euros (la mitad ya está en ejecución); la implicación de 50 agentes; el desarrollo de más de 35 proyectos de I+D+i, emprendimiento e infraestructuras; y la creación de más de 400 empleos creados con la previsión de llegar a cerca de 500 directos.
A través de este Polo se pusieron en marcha cinco programas a lo que se sumará próximamente un sexto dirigido a las vocaciones científicos-tecnológicas. Los cinco programas puestos en marcha son: el de I+D con socios estratégicos como Indra y Babcock; el de soluciones para contar con tecnologías innovadoras que ofrezcan mejores servicios públicos y que ya cuenta con 10 licitaciones resueltas; el de infraestructuras a través del que se impulsó el crecimiento del aeródromo de Rozas y el centro de investigación, así como el parque industrial que en la actualidad está en fase de construcción; el programa científico desarrollado por Inta; y, por último, el de emprendimiento y talento a través de la BFAero, que cuenta con los cinco primeros proyectos en marcha en la primera de las tres convocatorias previstas de esta aceleradora.
El objetivo último es, según incidió Conde, posicionar a Galicia para ser líderes en este campo a nivel internacional ofreciendo soluciones para la mejora de la calidad de vida y bienestar de los ciudadanos.