Basilea.- Diez de las 121 personas a bordo de un Boeing 737-800 de la compañía ALK Airlines resultaron heridas el pasado lunes cuando el vuelo de Pristina, Kosovo, a Basilea, registró unas fuertes turbulencias, según informan medios internacionales.
Las turbulencias comenzaron cuando el avión sobrevolaba el Tirol del Sur a unos 30 minutos antes del aterrizaje en Basilea y duraron cinco minutos. El avión aterrizó de forma segura en la pista 15 de Basilea.
Al parecer, las sacudidas fueron tan severas que algunos asientos fueron literalmente arrancados de sus puntos de anclaje, como se puede ver en vídeos realizados por algunos pasajeros y difundidos por las redes sociales
"La gente empezó a gritar y a llorar. Una azafata que estaba repartiendo el catering se chocó contra el techo del avión mientras las tazas y bebidas volaban alrededor", aseguró un pasajero.
Según la aerolínea, la tripulación de vuelo anticipó una posible turbulencia. Se produjo una fuerte corriente descendente y la aeronave se desvió ligeramente del nivel de vuelo asignado. Inmediatamente después, la tripulación solicitó un descenso. El avión continuó para un aterrizaje normal, no se declaró ninguna emergencia. Se solicitó asistencia médica después del aterrizaje, varios pasajeros necesitaron una evaluación médica.
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— Lux (@Callux) 17 de junio de 2019