Montreal.- Tras el trágico accidente del vuelo ET302 de Ethiopian Airlines con un Boeing 737-8MAX, la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) ha decidido suspender todas las operaciones con aviones de este modelo y el 737-9MAX. Así, la EASA “está tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los pasajeros”, asegura en un comunicado.
De este modo, como medida de precaución, EASA ha publicado una directiva de aeronavegabilidad, efectiva a partir de las 19:00 UTC de ayer, que suspende todas las operaciones de vuelo de todos los aviones Boeing Model 737-8 MAX y 737-9 MAX en Europa.
Además, EASA ha publicado una directiva de seguridad, vigente a partir de las 19:00 UTC, que suspende todos los vuelos comerciales realizados por operadores de terceros países hacia dentro o fuera de la UE de los modelos mencionados anteriormente.
Por su parte, las autoridades españolas, a través del Ministerio de Fomento, han asegurado que ninguna compañía nacional utiliza este modelo de aeronave. No obstante, ha mantenido un contacto permanente con la Agencia Europea de Seguridad para coordinar una posición al respecto.
EASA está analizando continuamente los datos a medida que se tienen disponibles, ya que la investigación del accidente está actualmente en curso y es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre la causa del accidente.
Más de 30 aerolíneas
Antes de esta decisión de la EASA, más de 30 aerolíneas, entre las que se encuentran Norwegian o Turkish, habían decidido suspender el uso de los aviones Boeing 737-8MAX, tras el accidente de la compañía aérea Ethiopian Airlines. Además, una decena de países se han unido a esta suspensión.
Entre las compañías que han optado por no volar con este modelo de Boeing figuran la noruega Norwegian, Aerolíneas Argentinas, Aeroméxico, la brasileña Gol, la india Jet Airways o la propia Ethiopian Airlines.
Por su parte, el operador alemán Tui también ha anunciado su decisión de dejar en tierra todos los aparatos de este modelo que operan en el Reino Unido, Holanda, Bélgica y Luxemburgo, siguiendo las recomendaciones de varias autoridades aéreas.
Ante estos acontecimientos, Boeing ha emitido un comunicado donde asegura que “la seguridad es la prioridad número uno de Boeing y tenemos plena confianza en la seguridad del 737 MAX. Entendemos que las agencias reguladoras y los clientes han tomado decisiones que creen que son las más adecuadas para sus mercados domésticos. Continuaremos colaborando con ellos para asegurarnos de que tengan la información necesaria para tener confianza en la operación de sus flotas”.
Además, ha explicado que la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos no les ha obligado a tomar ninguna otra medida en este momento y, según la información actualmente disponible, no tenemos ninguna base para emitir nuevas guías para los operadores.