Londres.- La compañía Rolls-Royce ha decidido retirarse de la competición para fabricar los motores de los aviones de mediano tamaño de Boeing. La razón es que no pueden comprometerse con el calendario propuesto y garantizar un producto apto para las necesidades del fabricante aeronáutico.
Chris Cholerton, presidente de Civil Aerospace de Rolls-Royce, ha explicado que “esta es la decisión correcta para Rolls-Royce y lo mejor para Boeing. Cumplir con las promesas hechas a los clientes es vital para nosotros y no queremos prometer que respaldaremos la nueva plataforma de Boeing si no confiamos plenamente en que podemos cumplir con su calendario”.
“Mantenemos el claro compromiso con nuestros clientes de que cumpliremos con nuestros programas actuales de motores. Al mismo tiempo, seguimos comprometidos con el desarrollo de nuevas tecnologías y continuaremos madurando y eliminando el riesgo de nuestra arquitectura de motor UltraFan de próxima generación en preparación para futuras aplicaciones”, han explicado desde la compañía.
El motor UltraFan es “la base de nuestros grandes programas de motores aeronáuticos civiles para el futuro y debemos asegurarnos de que tenga una entrada en servicio lo más fluida posible. Habíamos comenzado su desarrollo antes de que surgiera la oportunidad de Boeing y debe someterse a un riguroso régimen de prueba antes de ofrecerlo a los clientes, lo que no creemos que pueda lograrse dentro del plazo del programa para los aviones de mediano tamaño de Boeing. Retirarnos en esta etapa permitirá a Boeing estructurar la parte final de la competencia de la manera que mejor se adapte a ellos y esperamos trabajar con Boeing en otras oportunidades en un futuro”, ha comentado Cholerton.
UltraFan es un motor a reacción adecuado tanto para aviones de fuselaje ancho como estrecho y ofrecerá una mejora de la eficiencia de combustible del 25% con respecto a la primera generación de motores Rolls-Royce Trent.
“Hemos ejecutado con éxito las pruebas de la nueva arquitectura que se encuentra dentro del núcleo del motor a través del demostrador Advance3, así como la caja de cambios de potencia y el sistema de paletas de ventilador de material compuesto. Cumplir con el cronograma de Boeing hubiera requerido acelerar nuestro programa de demostración y retirarnos del proceso nos permitirá tener una alta confianza en la madurez del motor hacia el final de la próxima década”, explican desde la compañía.