Bruselas.- Michael Kerloh, presidente de ACI Europe, ha proporcionado una visión general sobre los problemas candentes a los que se enfrenta la industria aeroportuaria en el próximo año, durante su encuentro anual en el Parlamento Europeo.
Entre los principales desafíos a los que se tiene que enfrentar la industria destacan el impacto que puede causar el Brexit, las recientes interrupciones de aviones no tripulados y la necesidad de alineación en la Unión Europea sobre la capacidad aeroportuaria.
En cuanto al Brexit, Kerkloh expresó su “profunda preocupación por la creciente perspectiva de un escenario de no acuerdo y la necesidad urgente de aclarar el futuro de la aviación”.
“Entendemos que si el Reino Unido deja la UE sin un acuerdo, el status quo no puede ser una opción. Nos preocupa la conectividad aérea y la situación de los consumidores que ya han comprado sus billetes para, por ejemplo, la temporada de verano”.
ACI Europe ha calculado que si se adopta esta postura se perderán 93.000 vuelos, lo que supondrá un total de 20 millones de pasajeros menos. Esto tendría graves consecuencias en los aeropuertos y sus comunidades, con un impacto económico total de hasta 2.100 millones de euros en el PIB y 43.000 trabajos menos.
En Europa, los aeropuertos más grandes podrían soportar este colapso. No obstante, los pequeños y medianos aeropuertos se verán mucho más afectados ya que su conexión con el Reino Unido puede ser más significativa.
Con respecto a los drones, la industria es consciente de las nuevas oportunidades que esta tecnología proporciona, desde la inspección de la pista hasta el equipo de navegación y las calibraciones y vigilancias. La regulación de seguridad en torno a tal uso está progresando bien con EASA y la Comisión Europea – con el pleno apoyo de los aeropuertos europeos.
Pero el problema sigue siendo el uso malicioso de los drones y la amenaza a la seguridad. En este sentido, Kerkloh comentó que “hay dos formas a corto plazo de mitigar y reducir los riesgos. En primer lugar, establecer reglas comunes en el área alrededor de los aeropuertos que se designarán como "zonas de no drones" y asegurar que la tecnología que evita que los drones entren en las zonas de exclusión aérea, ya sea devolviéndolos o desactivándolos, lo que se denomina geofencing, sea obligatoria para todos los drones vendidos comercialmente. Lo que no se hace actualmente”.
Capacidad de carga
En la revisión en curso de la Directiva de la UE sobre tarifas aeroportuarias, Kerkloh ha asegurado que “al pedir constantemente tarifas aeroportuarias más bajas, las aerolíneas amenazan la calidad de las infraestructuras necesaria para satisfacer la demanda de transporte aéreo en los próximos 20 años. No es de extrañar que estas llamadas coincidan con el menor apoyo de las aerolíneas al incremento de la capacidad del aeropuerto, lo que se traduce en una limitación de las aerolíneas que les permite cobrar más por los pasajes o factores auxiliares. Dudo mucho que esto sea lo que los consumidores esperan de un eficiente mercado europeo de la aviación”.
La Comisión Europea ha declarado en repetidas ocasiones que considera que la falta de capacidad del aeropuerto es uno de los principales desafíos que enfrenta la aviación europea. Sin gobiernos dispuestos a ajustarse a la ley y las normas de ayuda estatal, el incremento de la capacidad aeroportuaria requerirá de inversión privada, que a su vez requiere de un entorno normativo.