Washington.- A través de una combinación de misiones que involucran socios comerciales e internacionales, las expediciones robóticas a la superficie lunar de la Nasa comenzarán a partir de 2020 y se centrarán en la comprensión científica de los recursos lunares y prepararán la superficie lunar para una presencia humana sostenida, para incluir el uso de oxígeno lunar e hidrógeno para futuros vehículos lunares.
La superficie lunar también servirá como un lugar de pruebas de tecnología y campo de entrenamiento crucial donde la Nasa preparará futuras misiones tripuladas a Marte y otros destinos, según informa la agencia espacial norteamericana.
La Luna es una parte fundamental del pasado y el futuro de la Tierra: una ubicación fuera del mundo que puede contener valiosos recursos para apoyar la actividad espacial y los tesoros científicos que pueden proporcionar más información sobre nuestro propio planeta. Los estadounidenses caminaron por primera vez en su superficie hace casi 50 años, pero la próxima campaña de exploración lunar será fundamentalmente diferente.
Desde el comienzo de su misión, el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la Nasa ha fotografiado objetos que impactan la superficie de la luna. Dichas observaciones son de interés científico, ya que permiten a la Nasa probar y restringir los modelos utilizados para comprender cómo se pueden transportar el agua y otros volátiles a los cráteres permanentemente sombreados cerca de los polos lunares.
En los próximos meses, la primera nave espacial israelí aterrizará en la Luna y su asociación con la Nasa ha ayudado a hacer esto posible. La Nasa no solo ayudará con las observaciones de LRO y el soporte de comunicaciones durante la misión, sino que también ha desarrollado un retrorreflector láser que volará a bordo del vehículo de alunizaje israelí.
El mes pasado, la Nasa mantuvo conversaciones con la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) para explorar la posibilidad de observar el alunizaje de la sonda Chang’e 4, utilizando el instrumento LAMP de LRO. Por varias razones, la Nasa no pudo escalar la órbita de LRO para estar en la ubicación óptima durante el alunizaje, sin embargo, la Nasa todavía estaba interesada en detectar el rastro de la sonda china mucho después de su alunizaje. La ciencia recopilada acerca de cómo el polvo lunar se expulsa hacia arriba durante el alunizaje de una nave espacial podría informar las misiones futuras y cómo llegar a la superficie lunar.
Desde el alunizaje de la sonda china el pasado día 3, los instrumentos de LRO han estado recolectando datos que están siendo analizados actualmente. Se espera que la LRO capte la imagen del sitio de alunizaje de Chang'e 4 el próximo día 31 de una manera similar a lo que se hizo con Chang'e 3.
La Nasa y la CNSA acordaron que "cualquier hallazgo significativo derivado de esta actividad de coordinación" será compartida con la comunidad investigadora internacional en la 56 reunión del Subcomité de Ciencia y Tecnología del Comité de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos, que tendrá lugar en Viena del 11 al 22 del mes próximo.
La Nasa y la CNSA acordaron que cualquier hallazgo significativo resultante de esta actividad de coordinación se compartirá con la investigación internacional en la 56 sesión de la reunión del Subcomité de Ciencia y Tecnología del Comité de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos, que tendrá lugar en Viena del 11 al 22 del mes próximo. Todos los datos de la Nasa asociados con esta actividad están a disposición del público. De acuerdo con la guía de la Administración y el Congreso, la cooperación de la Nasa con China es transparente, recíproca y mutuamente beneficiosa.
Desde el punto de vista comercial, la Nasa anunció el pasado mes de noviembre que nueve compañías privadas de EEUU han sido seleccionadas para ofertar servicios de entrega de la Nasa a la superficie lunar. Estas compañías desarrollarán y construirán lanzaderas robóticas que transportarán la carga útil de la agencia norteamericana y de otros clientes a la superficie lunar.
A medida que la Nasa trabaja para lograr su plan de regresar de manera sostenible a la Luna, será fundamental colaborar con socios comerciales e internacionales en el camino. Este enfoque permitirá la expansión humana a través del sistema solar y traerá a la Tierra nuevos conocimientos y oportunidades.