Pekín.– La sonda espacial china Chang'e-4 comenzó a realizar una serie de tareas de investigación científica, en las cuales están involucradas múltiples países y organizaciones, desde su llegada el pasado día 3 a la cara oculta de la Luna, informó este jueves la Administración Nacional del Espacio de China, según recogió la agencia Xinhua.
La nave, compuesta por un módulo de alunizaje y un vehículo explorador, fue lanzada al espacio el 8 de diciembre de 2018.
El vehículo, denominado Yutu-2, dejó su primera huella sobre el satélite natural de la Tierra ya entrada la noche del 3 de enero, luego de separarse del vehículo de descenso.
Según un boletín publicado por la entidad, un detector de radiación de neutrones, desarrollado por Alemania, y uno de átomos neutros, integrado en el explorador, y desarrollado por Suecia, se han encendido para iniciar sus operaciones de prueba.
Los datos que recopilen serán enviados a la Tierra a través del satélite de retransmisión Queqiao, que fue lanzado al espacio el pasado mes de mayo. La información será estudiada de manera conjunta por científicos chinos y extranjeros.
La misión Chang'e-4, que incluye la sonda, Queqiao y un micro-satélite orbitando alrededor de la Luna, cuenta con cuatro cargas útiles, desarrolladas a través de la cooperación internacional, lo que ofrece más oportunidades a científicos de todo el mundo y combina los conocimientos humanos en la exploración espacial.
Queqiao lleva un instrumento radioastronómico de baja frecuencia desarrollado por Holanda. Además, tiene una fuente de calor radioisotópica, fruto de la cooperación con Rusia, que apoyará a la sonda durante la noche lunar, que equivale a unos 14 días en la Tierra, y en la que la temperatura puede caer a 180 grados centígrados bajo cero.
La estación terrestre que China construyó en Argentina ha desempeñado un importante papel en el monitoreo y control de la misión, y las estaciones terrestres gestionadas por la Agencia Espacial Europea (ESA) también darán apoyo.
El micro-satélite, que cuenta con una cámara hecha por Arabia Saudita, envió en junio de 2018 una foto en la que se pueden ver juntas la Tierra y la Luna.
La Nasa norteamericana también discutió su cooperación con la administración espacial china en la exploración lunar y del espacio profundo. Ambas partes han colaborado en el estudio del alunizaje de la sonda. La agencia estadounidense ha ofrecido datos recabados por su Orbitador de Reconocimiento Lunar, y su contraparte china suministró la hora y ubicación del descenso.