Washington.– El presidente norteamericano, Donald Trump, ordenó este martes, mediante un memorándum dirigido al secretario de Defensa, Jim Mattis, la creación del Comando Espacial de los EEUU, como Comando Militar Unificado, según anunció la Casa Blanca.
“De conformidad con mi autoridad como Comandante en Jefe y bajo la sección 161 del título 10 del Código de los Estados Unidos, y en consulta con el secretario de Defensa y el presidente del Estado Mayor Conjunto, dirijo el establecimiento, de conformidad con la ley de los Estados Unidos, del Comando Espacial de los Estados Unidos como un Comando Combatiente Unificado funcional”, señala la orden emitida por el presidente Trump.
“También ordeno al secretario de Defensa que recomiende oficiales para mi nominación y su confirmación por el Senado como Comandante y Comandante Adjunto del nuevo Comando Espacial de los Estados Unidos”.
“Asigno al Comando Espacial de los Estados Unidos:
– todas las responsabilidades generales de un Comando Militar Unificado;
– las responsabilidades relacionadas con el espacio previamente asignadas al Comandante, Comando Estratégico de los Estados Unidos; y
– las responsabilidades del proveedor de Fuerza Conjunta y el Entrenador de Fuerza Conjunta para las Fuerzas de Operaciones Espaciales”.
“La lista completa de autoridades y responsabilidades para el Comando Espacial de los Estados Unidos se incluirá en la próxima actualización del Plan de Comando Unificado”, añade el presidente norteamericano en su escrito al secretario de Defensa.
Este nuevo Comando surge como un paso hacia la implantación de la nueva organización que Trump quiere crear en el ejército estadounidense: la Fuerza del Espacio. La creación de esta nueva fuerza, que Mattis considera onerosa e inútil, corre el riesgo de chocar con la oposición del Congreso que tiene que aprobar su financiación.
Al parecer, el nuevo Comando Militar Espacial tendrá como objetivo organizar y supervisar la actual presencia militar de EEUU en la órbita terrestre, así como acelerar los avances técnicos y aumentar la efectividad de la defensa de activos estadounidenses en el espacio, como las constelaciones de satélites que garantizan la navegación, las comunicaciones y la vigilancia militar.
La medida surge al tiempo que crecen las inquietudes norteamericanas respecto a las capacidades tanto de Rusia como de China para atacar, neutralizar o destruir los satélites estadounidenses, según se percibe desde el Pentágono.