Madrid.- La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha emitido una serie de recomendaciones enfocadas hacia la mejora de la seguridad operacional con la intención de disminuir los aterrizajes en los que se producen Bounced-Landings, Tail-Strikes y Hard-Landings.
Las recomendaciones tienen como objetivo disminuir este tipo de aterrizajes a través de la disminución de las aproximaciones desestabilizadas como precursor de estos eventos.
Además, también se realizan recomendaciones para evitar, en la medida de lo posible, que una aeronave sea incorrectamente despachada tras haber sufrido un Hard-Landing sin la correspondiente inspección de mantenimiento, evitando así el consiguiente riesgo para la seguridad operacional.
Se han producido recientemente, y hace algunos años, diversos sucesos/incidentes graves/accidentes en los que una aeronave tiene un hard-landing durante el aterrizaje. En la mayoría de las ocasiones, uno de los principales factores causales es la aproximación no estabilizada, no seguida de una aproximación frustrada (go-around), justifica el texto de la AESA..
“En algunos casos, la aproximación desestabilizada unida a lo no realización de una maniobra de “motor y al aire” ha desencadenado, además del hard-landing, un bounced-landing (aterrizaje con rebote)”, añade.
Y concluye: “Es necesaria, además, una perfecta coordinación entre tripulación, mantenimiento y operaciones para que se siga el procedimiento establecido en cada caso por el fabricante para realizar las inspecciones que sean necesarias”.