Moscú.- El cosmonauta ruso Alexéi Ovchinin y el astronauta norteamericano Nick Hague, que regresaron de emergencia el pasado jueves a la Tierra tras el fallido lanzamiento de la nave Soyuz MS-10, volverán a embarcar de nuevo en la primavera próxima rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), según anunció el director de Roscosmos, Dmitri Rogozin.
"Hemos vuelto a la Ciudad de las Estrellas. Los muchachos volverán a volar sin falta. Planeamos su vuelo para la próxima primavera", apuntó Rogozin en su cuenta de Twitter.
El fallo del cohete Soyuz del pasado jueves ha sido el primer problema serio de lanzamiento experimentado por una misión espacial tripulada Soyuz desde 1983, cuando un equipo se libró poco antes de la explosión de una plataforma de lanzamiento. Rusia está ahora bajo presión para demostrar que su programa espacial es seguro y ha recibido un impulso el viernes cuando el administrador de la Nasa, Jim Bridenstine dijo que tenía plena confianza en los cohetes Soyuz de fabricación rusa y que los astronautas norteamericanos volverán a volar en ellos.
Bridenstine mostró a los medios informativos en Moscú su confianza en que Roscosmos realizará el previsto lanzamiento de un Soyuz en diciembre hacia la ISS con tres astronautas a bordo , entre ellos un estadounidense.
Rusia ya inició la investigación para hallar la causa del fallo. Los vuelos espaciales tripulados fueron suspendidos hasta que queden claras las razones de la avería del cohete Soyuz.
"No puedo entender lo que ha pasado”, dijo al diario ruso Sputnik el diseñador de naves espaciales Yuri Semiónov. “Con él hemos realizado miles de lanzamientos al espacio. No hay otro tipo de cohetes en el mundo que se pueda comparar con él. Hay que buscar las causas de la avería". Según la versión oficial preliminar, uno de los cuatro bloques de la primera etapa del cohete portador no se separó en el momento que debía. Cuando finalmente se soltó, chocó contra el cuerpo central del cohete, según explica el diario citado.
La avería producida no causó daños a los dos tripulantes a bordo de la nave. Rápidamente, tras detectarse el problema, se encendió el sistema de emergencia y rescate (SAS). "El sistema de control del cohete portador no logró compensar la desviación excesiva por lo cual el sistema automatizado de evacuación encendió los motores del módulo tripulado de la nave espacial Soyuz MS-10. Los propulsores desprendieron la cápsula por las señales de los sensores de velocidad angular", explicó a Sputnik una fuente de la industria aeroespacial rusa.
El sistema de evacuación está incorporado en todas las naves de la clase Soyuz. El SAS eyecta la cápsula recuperable, la eleva y se aleja del cohete portador que registró la avería.
En la ISS permanecen actualmente tres astronautas: el ruso Serguéi Prokópiev, el alemán Alexander Gerst y la estadounidense Serena Auñón-Chancellor. Estaba previsto que regresaran a la Tierra en el próximo mes de diciembre, pero ahora pueden permanecer allí más tiempo. Sergei Krikalev, alto directivo de Roscosmos, dijo el viernes que Rusia podría retrasar el lanzamiento previsto a la ISS de una nave de carga no tripulada Progress con alimentos y otros suministros a la ISS. Según Vladimir Solovyov, director de vuelo del segmento ruso de la ISS, la tripulación a bordo de la estación tiene suficiente combustible, oxígeno, agua y alimentos para durar al menos seis meses.
Roscosmos anunció que su intención era continuar con los planes previstos y lanzar el próximo vuelo tripulado en diciembre, aunque podrían cambiar, dependiendo de los resultados de la comisión creada para investigar el incidente. el vuelo podría tener lugar el 28 de noviembre, según fuentes rusas.