Arizona.- La Nasa ha finalizado las pruebas del sistema de paracaídas de la nave espacial Orion, para vuelos con astronautas, lo que marca un hito importante en el proyecto para enviar seres humanos a la Luna y al espacio profundo.
En el transcurso de las ocho pruebas a las que han sido sometidas, los ingenieros han evaluado el rendimiento del sistema de paracaídas de Orion durante las secuencias de aterrizaje normales, así como en varios escenarios fallidos y con distintas condiciones aerodinámicas para asegurar que los astronautas puedan regresar de forma segura desde todas las misiones espaciales.
“Estamos trabajando activamente no solo para asegurarnos de que Orion está listo para llevar a nuestros astronautas más lejos de lo que hemos hecho antes, sino para asegurarnos de que regresen a casa de manera segura”, asegura el gerente del Programa Orion, Mark Kirasich.
“El sistema de paracaídas es complejo y la evaluación repetitiva de los paracaídas a través de nuestra serie de pruebas nos da la confianza de que estaremos listos para cualquier tipo de situación de día de aterrizaje”, explica Kirasich.
El sistema tiene 11 paracaídas, una serie de morteros tipo cañón, cortadores de pernos pirotécnicos y más de 30 millas de líneas de Kevlar que unen la parte superior de la nave espacial a los 36.000 pies cuadrados de material de dosel del paracaídas. En aproximadamente 10 minutos de descenso a través de la atmósfera de la Tierra, todo debe desplegarse en una secuencia precisa para desacelerar a Orion y su tripulación de aproximadamente 300 mph a una velocidad relativamente suave de 20 mph para la caída en el Océano Pacífico.
El sistema de paracaídas es el único sistema que debe montarse en el aire y debe ser capaz de mantener a la tripulación segura en varios escenarios fallidos, como fallos de mortero que impiden la instalación de un solo paracaídas o condiciones que provocan la caída del paracaídas.
Durante la prueba final, que tuvo lugar el 12 de septiembre, un Orion falso fue sacado de la zona de carga de un avión C-17 que volaba a más de 6,5 millas. El anillo de protección alrededor de la parte superior de Orion que cubre el sistema de paracaídas fue arrojado y retirado por el primer juego de paracaídas de Orion. Después, el resto de paracaídas se desplegaron de forma precisa.
El conocimiento adquirido a través del programa Orion ha permitido a la Nasa madurar el modelado computarizado de cómo funciona el sistema en varios escenarios y ayudar a las empresas asociadas a entender ciertos elementos de los sistemas de paracaídas. En algunos casos, el trabajo de la Nasa ha proporcionado suficiente información para que los socios reduzcan la necesidad de algunas pruebas de paracaídas de desarrollo y los gastos asociados.
Orion volará con astronautas a bordo durante la misión Exploration-2, una misión que se aventurará cerca de la Luna y lo más lejos de la Tierra que se ha llegado nunca antes, lanzándose sobre el cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial de la Nasa, que será el cohete más poderoso del mundo. Los paracaídas para la próxima prueba de vuelo sin tripulación de Orion, Exploration Mission-1, ya están instalados en el vehículo en el Centro Espacial Kennedy en Florida.