Glagow.- El piloto de un vuelo transatlántico de la compañía norteamericana United Airlines procedente de New Jersey y con destino a Glagow, ante el pasmo y la preocupación de los pasajeros que no se creían lo que estaban viendo, abandonó la cabina, se quitó el uniforme y se dispuso a echar una siesta en un asiento de primera clase, según recoge el diario Mirror.
Ocurrió el pasado 22 de agosto y el periódico publica la fotografía tomada por uno de los pasajeros, un policía jubilado que no salía de su asombro al ver al piloto durmiendo, que ha revelado los hechos a los medios británicos.
En declaraciones al diario británico, el pasajero indicó que, tras hora y media de siesta, “cuando el piloto se despertó, volvió a ponerse el uniforme y pidió por radio que le dejaran volver a la cabina”.
La compañía quita importancia al asunto asegurando que es normal que los pilotos descansen en vuelos transatlánticos y que no se corrió ningún riesgo ya que mientras su piloto se echaba la siesta el avión estaba bajo la responsabilidad de otras tres personas.