Entrevista con Jorge Potti, director general de Espacio de GMV
La empresa tecnológica española GMV acaba de conseguir el contrato para mantener y evolucionar el segmento terreno de control de Galileo, el mayor de la industria espacial española, gracias a la competitividad de la empresa, al buen saber hacer de su gente, a la gran carga de innovación y a su liderazgo comercial, factores decisivos en la adjudicación, según explica en esta entrevista el director general de Espacio de la compañía, Jorge Potti Cuervo.
AA.-Felicitaciones, en primer lugar, por la consecución de este importante contrato
JP-Gracias. Estamos muy felices por este logro. Ya lo ha transmitido nuestro director general, Jesús Serrano: nuestra gente ha trabajado duro, y ha demostrado que, si se quiere, se puede. Y que si se centran todos los esfuerzos en una misma dirección, es posible conseguir cosas como ésta, que inicialmente parecían casi inimaginables. Es importante que tengamos en cuenta la dimensión que tiene esto para nosotros, como empresa, y para la industria aeroespacial española, porque España nunca ha estado a primer nivel en Galileo, ni en ningún programa comparable y, por tanto, es un proyecto de gran envergadura que confiamos que pueda impulsar nuestra empresa y el conjunto de la industria espacial española.
AA.-¿Qué supone económicamente el contrato y por cuánto tiempo?
JP.-El proyecto con la ESA está dividido en dos fases de trabajo. Por una parte, un contrato marco, que establece las condiciones del acuerdo, que tiene una envolvente financiera de 250 millones de euros y que se desarrollará en un periodo de cuatro años y medio. Y a partir de ese contrato, se van liberando órdenes de trabajo. GMV ha firmado una primera orden con un importe aproximado de 150 millones de euros, y una duración de tres años y medio.
AA.-¿Y qué posibilidades tiene GMV para hacerse también con la segunda fase?
JP.-En GMV somos optimistas en este sentido. La primera orden de trabajo supone un porcentaje muy importante del presupuesto total disponible, y por tanto, nos coloca en una situación de gran ventaja competitiva, teniendo la confianza de que finalmente todo el desarrollo recaiga de nuevo en nosotros.
AA.-Para conseguir este contrato GMV ha tenido que superar a otros competidores muy importantes…
JP.-La competición ha sido inusualmente larga. El proceso desde que recibimos la primera versión de la documentación de la oferta hasta la decisión final ha durado dos años. Un periodo de intensa competición, durante el cual se fueron descartando competidores. En la última fase quedábamos tres en liza: los dos gigantes del sector espacial en Europa, Airbus y Thales Alenia Space, y GMV. Y finalmente lo ganamos nosotros.
AA.-¿Cuál ha podido ser el factor decisivo y determinante para que la resolución definitiva de la CE y la ESA se inclinara por GMV?
JP.-Creemos que, por un lado, el factor decisivo ha sido la gran competitividad de nuestra empresa, ya que considero que somos una compañía muy profesional, con un equipo humano excelente y que sabe hacer muy bien su trabajo. Por otro lado, creemos que nuestra propuesta lleva una gran carga de innovación, fruto de ese saber hacer y de toda la experiencia acumulada a lo largo de los años. Nuestro liderazgo mundial en el mercado comercial creo que también ha sido un factor clave a la hora de ser seleccionados.
AA.-¿Ha podido influir en la decisión el hecho de que un ingeniero aeronáutico, antiguo empleado de la casa, sea ahora ministro del Estado español?
JP.-Sinceramente, creo que no. Me alegra enormemente que Pedro Duque esté hoy celebrando este logro con nosotros, porque, además de compañero de trabajo, estudiamos juntos en la Universidad. Pero no tiene nada que ver, porque Pedro Duque fue nombrado ministro cuando las ofertas ya estaban entregadas, y las decisiones estaban prácticamente tomadas.
AA.-Entremos en el fondo del contrato. ¿Cuál es su objeto? ¿Qué actividades tiene que desarrollar GMV para cumplir con el mismo?
JP.-Existe ya un desarrollo previo del segmento terreno del control de Galileo, desarrollado por Airbus. La infraestructura existente tiene dos centros de control principales: uno en Múnich y otro en Fucino, y también una red de estaciones de seguimiento de los satélites distribuida por todo el mundo. Nuestro papel es retomar ese contrato y ocuparnos del mantenimiento y evolución de toda la infraestructura terrena, teniendo en cuenta que la nueva generación de satélites de la constelación Galileo requiere nuevas prestaciones y requisitos.
AA.-¿Se sabe ya quién va a dirigir ese centro?
JP.-Nuestros equipos de desarrollo estarán principalmente en nuestras instalaciones de Tres Cantos, en Madrid. A su vez, a través de nuestra filial alemana y desde nuestras instalaciones de Múnich, existe otro equipo de desarrollo secundario. Los centros de control de Galileo seguirán siendo el de Múnich y el de Fucino, que es donde GMV instalará las futuras versiones y modificaciones del sistema, para garantizar la continuidad de la constelación.
AA.-¿Qué relación va a tener este contrato liderado por GMV con otros centros Galileo de Madrid, como el de Torrejón de Ardoz y el de La Marañosa?
JP.- Galileo en sí mismo es todo un ecosistema, donde todos los elementos están conectados y relacionados de una u otra manera. Como comentaba previamente, a través de este contrato con la ESA, instalaremos la tecnología desarrollada por nuestros equipos en los centros de Múnich y de Fucino. Pero dado que el contrato de GMV cubre específicamente el desarrollo de la infraestructura terrena que se controla desde dichos centros, en el marco de este proyecto no tendremos una relación directa ni con el centro de Torrejón, ni con el de La Marañosa.
-Este contrato ¿consagra a Madrid como capital de Galileo?
-Es importante tener claro que el sistema en sí no va a estar instalado en Madrid, aunque efectivamente, el desarrollo y los equipos de integración del segmento terreno del control de Galileo van a estar en nuestras instalaciones y, efectivamente Madrid todavía va a tener más peso en el sistema Galileo.
-GMV ha invertido una cantidad importante en las instalaciones para dar apoyo a este nuevo contrato. ¿Cuál va a ser su volumen de retorno? ¿Cuáles son sus expectativas de negocio en el futuro desarrollo del proyecto?
JP.-Para nosotros es importantísimo, porque nos permite impulsar de una manera extraordinaria nuestra estrategia de crecimiento. Se trata del mayor tractor de desarrollo y progreso de la compañía que hayamos tenido jamás y, por tanto, nos va a impulsar de una manera sin precedentes. En la actualidad contamos con 1.800 empleados y prevemos que con este contrato superaremos la cifra de los 2.000, convirtiéndonos en una gran fuerza en el sector espacial europeo, al nivel de las grandes empresas en términos de capacidad de ingeniería.
AA.-¿Qué empresas españolas van a participar junto a GMV en este proyecto?
JP.-La participación más destacada es la de Indra, que tiene una contribución muy relevante en el proyecto. Existe una relación con esta empresa en otros muchos programas y estamos encantados de que forme parte de nuestro equipo industrial. Además de Indra como socio principal, contamos con el trabajo de ISDEFE y Epicom, que tienen una participación más específica en el proyecto, centrada en aspectos de seguridad del centro.
AA.-¿Ha llegado ya el momento, sobre todo, teniendo a un ministro de la misma cuerda, de la creación de la Agencia Espacial Española?
JP.-El tema de la Agencia es una aspiración del sector y se trata de una aspiración completamente legítima, ya que España es el único país europeo de los grandes que no tiene una agencia espacial. Ahora bien, lo que es más importante que la Agencia Espacial es que haya programas espaciales nacionales y los programas espaciales nacionales son la gran justificación de una Agencia. Tener una Agencia sin presupuestos y sin programas nacionales, sinceramente, sería empezar la casa por el tejado. Por ese motivo, la base es que existan programas, debido a que la política industrial se hace con programas, y a partir de ahí creo que surgirá la necesidad de una Agencia de forma natural.
AA.-¿Qué requisitos de ciberseguridad ha puesto la ESA para adjudicar el contrato?
JP.-La ciberseguridad es un elemento muy relevante. Hay una parte importantísima de Galileo, que tiene que ver con el servicio público regulado (PRS, por sus siglas en inglés –Public Regulated Service-), que es el uso gubernamental de la señal Galileo, y esa parte tiene aplicaciones de defensa. Pero no sólo eso, sino también otros aspectos de seguridad que no son Defensa, como por ejemplo Interior. Los requisitos de seguridad y en particular de ciberseguridad, son cada vez más exigentes y van tomando un papel cada vez más importante a medida que la componente PRS va tomando fuerza en el programa. PRS va a ser el último elemento, es decir, el último servicio que esté disponible del sistema, siendo el más complejo, el más costoso, y que va a adquirir una importancia fundamental. De manera que la gestión de claves, que el sistema esté totalmente encriptado, y que sea inatacable, se planteen como aspectos fundamentales.
AA.-¿Qué superioridad va a tener Galileo sobre otros sistemas de navegación por satélite como el americano GPS, el ruso GLONASS o el chino Beidou?
PJ.-Desde un punto de vista técnico, todos los sistemas son compatibles siempre que el receptor sea compatible. Aunque las prestaciones de Galileo sean y vayan a ser mejores, Galileo y GPS son comparables. Desde un punto de vista tecnológico, Galileo se posiciona como un sistema mejor, pero a muy corta distancia de Galileo yo situaría al GPS, dado que la expectativa normal es que GPS también tenga evoluciones y mantenga un nivel semejante al de Galileo. En cambio, GLONASS y Beidou estarían tecnológicamente por debajo.
AA.-Y en cuanto al mercado mundial de las aplicaciones de navegación por satélite, ¿cómo permitirá el desarrollo del sistema Galileo acceder en mejores condiciones a la conquista de ese mercado?
PJ.-Este contrato forma parte de la infraestructura Galileo, siendo parte del sistema Galileo y, por tanto, no tiene que ver directamente con las aplicaciones. Pero en GMV utilizamos todos los conocimientos técnicos que adquirimos al dominar la infraestructura Galileo, para el desarrollo de aplicaciones y servicios. Tenemos un conocimiento muy íntimo del sistema y, en ese sentido, estamos desarrollando nuestro propio efecto PRS que es muy importante y estamos haciendo una gran inversión, valorando todas las aplicaciones que pueden surgir alrededor de ello.
AA.-¿Por qué es importante que Europa invierta en satélites, en misiones espaciales y en ciberseguridad?
PJ.-Creo que el espacio es indiscutible que es un sector estratégico. Todos los países más y menos importantes del mundo reconocen el carácter estratégico del espacio y todo el mundo entiende que es necesario invertir en el espacio, porque en el futuro va a tener un desarrollo semejante al que tuvo la aviación hace no muchos años. La aviación empezó siendo algo para iniciados, y ha acabado siendo un sector de gran importancia económica, industrial, de movimiento de personas, y un elemento fundamental de la vida de todos. El espacio, evidentemente, le va a seguir los pasos, siendo fundamental por la seguridad, por el aspecto estratégico y también por la imagen que proyecta un país respecto a lo que es tecnológicamente capaz o no de hacer. Creo que desde todos los puntos de vista su importancia es incuestionable.