Ries.- La Agencia Espacial Europea (ESA) ha iniciado esta semana en el cráter Ries, en Alemania, la tercera edición de la campaña Pangaea, el curso de formación geológica que prepara a astronautas para la exploración de la Luna, Marte y asteroides, y al que este año no asiste, como en ediciones anteriores, el astronauta español Pedro Duque, por sus obligaciones como ministro de España.
Duque integró el pasado mes de noviembre la expedición de astronautas, científicos planetarios e ingenieros que en la isla canaria de Lanzarote se instruyeron en cómo explorar planetas desconocidos. Dos meses antes, en septiembre del pasado año, el actual ministro y astronauta español junto a su colega alemán, el astronauta Matthias Maurer, hicieron uso de su experiencia en cursos anteriores bajo tierra CAVES de la ESA, así como en las misiones de simulación bajo el agua NEEMO de la Nasa.
Sin duda, el astronauta Duque echará de menos este año las experiencias acumuladas anteriormente en los cursos del Programa Pangaea, que dirige Loredana Bessone, y sus antiguos profesores y compañeros de formación geológica acusan la falta de asistencia al nuevo curso del ministro español de Ciencia, Innovación y Universidades.
La campaña Pangaea, que debe su nombre al antiguo supercontinente, permitirá a los participantes conocer mejor la geología planetaria, recoger y documentar muestras rocosas de interés y evaluar los lugares con mayor probabilidad de albergar rastros de vida en otros planetas.
Los principales geólogos planetarios de Europa enseñan a los astronautas a mirar con ojos de geólogo para ver, sentir y entender cómo está hecho nuestro Sistema Solar. De la recogida de muestras a la interpretación de imágenes por satélite y el trabajo con herramientas robóticas, la tripulación aprenderá cómo sacar el máximo partido a los mundos desconocidos.
“Queremos dotar a los futuros exploradores de las mejores habilidades en materia de geología. Pero, sobre todo, queremos ayudarles a tomar decisiones informadas, simplificar su trabajo y cualificarlos para que puedan proporcionar datos y muestras de valor a los científicos”, explica Bessone. “Cada año hacemos más y mejor. Estamos desarrollando y probando nuevas herramientas para dar soporte a los paseos espaciales durante las salidas de exploración geológica”, añade.
Las lecciones teóricas se complementan con salidas a campo para estudiar en nuestro planeta formaciones similares a las de la Luna, Marte y asteroides. La edición de este año comienza en el cráter Ries (Alemania), ya que uno de los principales temas serán los cráteres de impacto, claves para la exploración geológica lunar.
La semana que viene, el equipo se trasladará a los Dolomitas (Italia) para estudiar capas que revelan un pasado caracterizado por la abundancia de agua. Los rasgos de esta región son similares a los marcianos, lo que daría cuenta de procesos sedimentarios similares en el Planeta Rojo.
La última parada de Pangaea serán los extraños paisajes de Lanzarote en noviembre. Se trata de uno de los mejores lugares de la Tierra para comprender la interacción de la actividad volcánica con el agua: dos factores clave para la búsqueda de vida.
“Nuestro objetivo es integrar la ciencia y las operaciones, y encontrar el equilibrio ideal para las próximas misiones”, afirma el director del curso, Francesco Sauro. “Queremos implantar un sistema para que astronautas y científicos se comuniquen y compartan datos en tiempo real, lo que agilizará el proceso de toma de decisiones. Las rutas geológicas también serán similares a futuras misiones a la Luna”.
Participan en el curso, entre otros, el veterano astronauta de la ESA Thomas Reiter, el cosmonauta de Roscosmos Sergei Kud-Sverchkov y al director de la iniciativa Spaceship EAC, Aidan Cowley.