Oslo.- El ministro de Transporte y Comunicaciones de Noruega, Ketil Solvik-Olsen, y Dag Falk –Peterse, CEO de Avinor (gestor de los aeropuertos noruegos), participaron en el vuelo inicial del primer avión eléctrico de Noruega. Este avión representa un hito en los esfuerzos para electrificar la aviación noruega y transformar así su industria aeronáutica.
“El gobierno noruego ha encargado a Avinor que desarrolle un programa que allane el camino para la introducción de aviones eléctricos en la aviación comercial. Fue una gran experiencia ser parte de este vuelo y ser testigo de la evolución de la aviación”, aseguró Solvik-Olsen.
"En Avinor, queremos demostrar que las aeronaves eléctricas ya están disponibles en el mercado y pueden ayudar a hacer de Noruega una industria pionera de la aviación eléctrica de la misma manera que el país se ha convertido en un pionero de los coches eléctricos”, explica Falk -Petersen.
Además de las medidas de ahorro de energía, la modernización en curso de las flotas de aviones y la introducción de biocombustibles sostenibles, los aviones eléctricos pueden ayudar a reducir las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la aviación noruega en las próximas décadas. Los motores eléctricos permiten operar de forma más barata que los motores actuales, lo que dará como resultado precios más bajos para los boletos de avión”, asegura el CEO de Avinor.
Los socios de Avinor y la industria de la aviación están trabajando para ayudar a Noruega a convertirse en líder mundial de la aviación eléctrica. Los objetivos son que Noruega sea el primer país en el que las aeronaves eléctricas representen una parte importante del mercado y electrifiquen la aviación nacional noruega para 2040.
Además, Avinor no tiene la intención de cobrar tarifas de aterrizaje para las aeronaves ligeras eléctricas y les permitirá recargar sin costo hasta el año 2025.
Noruega es muy adecuada para la aviación eléctrica ya que cuenta con muchos aeropuertos repartidos a lo largo y ancho del país, lo que permite vuelos cortos con relativamente pocos pasajeros. “La red doméstica de vuelos cortos de Noruega es ideal para probar los primeros vuelos comerciales eléctricos, que se espera que tengan un rango y capacidad limitados”, comenta Falk-Petersen.