Madrid.- El uso de un Falcon 900B del Ejército del Aire, en funciones de avión oficial presidencial, para el traslado del presidente del Gobierno el pasado viernes a Castellón para asistir a un concierto del Festival Internacional de Benicasim (FIB) ha sido justificado por el Ejecutivo porque Pedro Sánchez ”tuvo una agenda de cultura por la noche”.
Para la llegada, estacionamiento y despegue del avión, con ocasión de la visita del presidente al festival de Benicasim, así como para la recepción del mismo y su séquito se emplearon en exclusiva la pista y la terminal del aeropuerto castellonense, que gestiona una empresa privada a través de una concesión administrativa.
Ante las críticas de diversos grupos de la oposición, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, dijo este lunes que la visita en avión oficial del presidente Sánchez, estaba justificada por su “agenda institucional”, ya que se entrevistó con el presidente valenciano, Ximo Puig, antes de asistir al FIB, lo que desde la oposición es considerada como “excusa para usar el avión oficial”.
El portavoz parlamentario del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha solicitado explicaciones al presidente del Gobierno por el uso del avión oficial en esta ocasión. Por su parte, el grupo parlamentario de Ciudadanos también ha presentado una serie de preguntas al Gobierno en las que critica que el jefe del Ejecutivo empleara el avión oficial para su viaje al FIB de Castellón.
Y el senador de Compromís Carles Mulet también ha registrado una serie de preguntas al Gobierno para conocer el coste económico que ha tenido el desplazamiento del presidente del Gobierno y acompañantes al FIB y en concreto los gastos de personal, seguridad y combustible que ha supuesto el desplazamiento en el Falcon 900B del Ejército del Aire.
El uso de los aviones de transporte institucional vuelve a resultar polémico, como cuando en abril de 1988, el entonces vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, echó mano del “Mystére” de la Fuerza Aérea Española, enviado especialmente desde Madrid, para eludir una cola de varios kilómetros en la frontera portuguesa de Vila Real de Santo Antonio cuando regresaba a España tras pasar unos días de vacaciones en la región portuguesa del Algarve, como ha recordado el portavoz del Grupo Parlamentario del PP.