Kourou.- El satélite Aeolus, de la Agencia Espacial Europea, que salió de Saint Nazaire, en el oeste de Francia, hasta el Puerto Cayena, llegó a la Guayana Francesa tras un viaje de 12 días en barco para evitar el daño potencial causado por la presurización del aire durante el descenso si el satélite hubiera viajado por aire, una opción más rápida pero decididamente más arriesgada.
Aeolus lleva uno de los instrumentos más sofisticados jamás puestos en órbita. Tras su tan esperada llegada, los técnicos descargaron el satélite y su equipo de soporte. Los contenedores se colocaron en la carretera, a 60 km de distancia, donde el contenedor del satélite fue trasladado a la sala limpia, para estabilizarlo después de su largo viaje.
Luego, se sacó el satélite de su contenedor, se lo colocó en su carro de integración para probarlo y se ubicó a su equipo de soporte eléctrico. Los controles iniciales indican que Aeolus ha resistido su viaje desde Francia en buenas condiciones.
El gerente del proyecto Aeolus de la ESA, Anders Elfving, dijo: "Obviamente estamos muy contentos con esto. Mucho trabajo y planificación fueron necesarios para garantizar que llegara sano y salvo: ahora está listo para preparar el satélite para el lanzamiento el 21 de agosto".
El satélite permanecerá en la sala limpia antes del despegue programado a bordo del cohete Vega desde el puerto espacial europeo de Kourou.
Esta misión pionera está diseñada para proporcionar datos globales del perfil del viento, utilizando una poderosa tecnología láser que proporciona el 30% de nuestra atmósfera para producir perfiles verticales de viento e información sobre aerosoles y nubes.
La misión potenciará la comprensión de cómo mejorar el cambio climático. También se espera que traiga beneficios significativos a la sociedad. Sus mediciones globales del viento, entregadas casi en tiempo real, son exactamente lo que los centros meteorológicos están buscando para mejorar sus pronósticos.
Anne Grete Straume, científica de la misión Aeolus de la ESA, agregó: "Estamos esperando una ciencia futura con una gama de aplicaciones prácticas potenciales, que es de importancia para la industria de la energía eólica. Los pronósticos precisos son solo una de las formas en que nuestra misión podrá ayudar".