Noordwijk.- Un modelo del rover ExoMars que aterrizará en Marte en 2021 está comenzando una exigente campaña de prueba que garantizará que pueda sobrevivir a los rigores del lanzamiento y el aterrizaje, así como a las operaciones bajo las condiciones ambientales de Marte, según informa la Agencia Espacial Europea (ESA).
ExoMars es una misión conjunta de ESA y Roscosmos, con el orbitador de gases Trace ya en Marte y comenzando su misión científica de buscar gases atmosféricos que puedan estar vinculados a procesos geológicos o biológicos activos. El orbitador transmitirá los datos recogidos por el rover a la Tierra, una capacidad que ya se ha demostrado con los rovers de la Nasa que se encuentran actualmente en Marte.
El rover ExoMars será el primero de su tipo en perforar debajo de la superficie, hasta 2 m, y determinar si la evidencia de la vida está enterrada bajo tierra, protegida de la radiación destructiva que afecta a la superficie en la actualidad.
Al igual que cualquier misión espacial, la estructura mecánica del rover, junto con sus componentes eléctricos y térmicos y sus interfaces con los instrumentos científicos, deben probarse para verificar que puedan sobrevivir su viaje en el espacio y las operaciones en el destino.
Como tal, el "modelo estructural y térmico" del rover fue transferido recientemente de Airbus Defence and Space en Stevenage, Reino Unido, a la planta de Airbus en Toulouse. Esta semana, el modelo se sacudirá en una mesa de vibración para garantizar que pueda sobrevivir a la vibración intensa cuando el cohete Proton lo lleve al espacio.
Además, el modelo de rover estará sujeto al impacto asociado a la entrada a la atmósfera de otro planeta a gran velocidad y la apertura de paracaídas, y finalmente el aterrizaje en la superficie del Planeta Rojo.
Se realizarán dos meses de pruebas térmicas bajo las condiciones de la atmósfera de Marte, para calificar al rover para que sea capaz de soportar las temperaturas frías y las grandes variaciones de temperatura diarias en Marte.
Las pruebas se realizarán en una cámara para simular la baja presión atmosférica de Marte (menos del 1% de la presión media del nivel de la mar en la Tierra) y su atmósfera rica en dióxido de carbono. El rover también necesitará operar a temperaturas de hasta -120ºC. Un compartimento cerrado dentro del rover, donde se analizarán muestras de suelo marciano, se controlará térmicamente para mantener las temperaturas entre + 20ºC y -40ºC.
Se espera que la actual campaña de pruebas dure hasta principios de agosto de 2018. El modelo de rover se trasladará a Lavochkin, Moscú, donde se sellará dentro de un módulo de descenso y se someterá nuevamente a vibraciones, golpes y pruebas térmicas.
Otro modelo de prueba pronto comenzará una campaña de ocho meses centrada en los movimientos del rover y la navegación en una variedad de diferentes tipos de suelo, que van desde suelos de grano fino hasta rocas más grandes.
La misión viajará a Marte dentro de un aeroshell, con el rover montado en una plataforma de ciencia de superficie. Una vez entregado de manera segura a la superficie del Planeta Rojo, la plataforma de aterrizaje desplegará sus paneles solares y rampas, y en unos pocos días el rover se alejará de la plataforma y comenzará su apasionante exploración de Marte.
"Esta campaña inicia una serie de pruebas que verificará el diseño mecánico y térmico del rover ExoMars, una preparación esencial que nos acerca al Roaming en el planeta rojo", dice Pietro Baglioni, líder del equipo rover ExoMars de la ESA.