Washington.- La empresa norteamericana Orbital ATK lanzará el próximo día 20 a la Estación Espacial Internacional (ISS) desde la plataforma 0A en Wallops Flight Facility, en Wallops Island, Virginia , un cohete Antares con su nave de carga Cygnus a bordo con suministros para la tripulación, equipos de investigación científica y hardware para el laboratorio orbital.
Se trata de la novena misión contratada por la Nasa a Orbital ATK para los Servicios de Reabastecimiento Comercial de la ISS.
Este jueves, la Nasa ha organizado una teleconferencia de prensa para debatir las investigaciones científicas selectas y demostraciones de tecnología que se enviarán en el próximo vuelo de reabastecimiento comercial Orbital ATK a la ISS.
Participarán en dicho debate informativo:
Sarah Wallace, microbióloga del Centro Espacial Johnson de la Nasa en Houston e investigadora principal de Biomolecule Extraction and Sequencing Technology (BEST), una investigación para identificar organismos microbianos desconocidos en la ISS y comprender cómo humanos, plantas y microbios se adaptan a la vida en la estación.
Robert Shotwell, ingeniero jefe de Astronomía y Física, en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la Nasa en Pasadena, y gerente del Cold Atom Laboratory, una instalación de investigación física utilizada por científicos para explorar cómo interactúan los átomos cuando casi no tienen movimiento debido a temperaturas frías extremas.
Andrea Adamo, fundador y CEO de Zaiput Flow Technologies, quien expondrá los planes para validar un sistema único de separación de líquidos que depende de las fuerzas de la superficie, en lugar de la gravedad, para extraer un líquido de otro.
Brandon Briggs, profesor asistente en la Universidad de Alaska Anchorage, quien presentará una carga útil que evaluará la producción biológica del isobuteno de biocombustible utilizando E.coli modificado bajo condiciones de microgravedad.
Un representante de Space Applications Services para Ice Cubes Facility, la primera oportunidad comercial europea para realizar investigaciones en el espacio, que fue posible gracias a un acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA).