París.- Entre la huelga de los tripulantes de Air France y la de los trabajadores de aeropuertos en Alemania el cielo europeo se ha paralizado en los primeros albores del mes de mayo. La aerolínea gala canceló un 25% de los vuelos previstos para el martes, mientras que Lufthansa tuvo que suspender centenares de operaciones que afectaron casi a 100.000 pasajeros.
En medio de la huelga de los pilotos franceses, que sigue convocada para los días 3, 4, 7 y 8 de este mes, la dirección de la compañía y el sindicato mantienen sus reuniones, aunque éste manifiesta que no avanzan en sus demandas de aumento salarial.
Además del aumento del 5,1% reclamado por los sindicatos que representan a todos los trabajadores en Air France, los pilotos exigen un aumento adicional del 4,7%. Los sindicatos no aceptan el órdago del referéndum convocado por el presidente de la aerolínea, Jean-Marc Janaillac, y dicen que “solo puede exacerbar las cosas, creando una especie de frontera entre las diferentes categorías de empleados, huelguistas y no huelguistas”. El referéndum y el "chantaje de la renuncia" del presidente les parecen “completamente delirantes en términos de relaciones sociales”.
Las once huelgas llevadas ya a cabo le han costado a la compañía gala 300 millones de euros. Con los cuatro días más convocados para los próximos días superarán el "récord" de septiembre de 2014, cuando Air France soportó catorce días de huelga, con un impacto de 425 millones de euros en los resultados anuales del grupo de la alianza SkyTeam. Air France-KLM registró una pérdida neta de 198 millones de euros, respecto a los 1.827 millones del año anterior.
Por otra parte, la huelga de trabajadores alemanes para presionar en la negociación del nuevo convenio colectivo afecta a cuatro aeropuertos germanos, entre ellos el de Fráncfort, que es el más importante del país.