Plesetsk.- El próximo miércoles será lanzado desde el cosmódromo ruso de Plesetsk el satélite Sentinel-3B, lo que constituye un hito importante en el programa Copernicus liderado por la Comisión Europea, ya que completa la constelación del primer conjunto de misiones Sentinel.
Será responsable del lanzamiento la agencia espacial rusa Roscosmos, que hará despegar el Sentinel 3B a bordo de un lanzador Rockot, un cohete ligero en tres etapas, basado en el misil intercontinental RS-18B llamado SS-19 mod 2 "Stiletto" por la OTAN.
Sentinel-3B es el séptimo satélite Sentinel que se lanzará en el marco de Copernicus. Cada misión Sentinel transporta tecnología punta para suministrar un flujo de datos e imágenes complementarios clave para este programa de vigilancia medioambiental único.
Una vez en órbita, se unirá a su gemelo, Sentinel-3A, lanzado en 2016. Este tipo de emparejamiento de satélites ofrece una cobertura y provisión de datos óptimas para Copernicus. Los dos satélites de radar Sentinel-1 y los dos satélites ópticos Sentinel-2 funcionan de forma similar. Sentinel-5P, en cambio, es único en la constelación, ya que se trata de una misión de un solo satélite, aunque su amplia franja de cobertura abarca la totalidad del planeta cada 24 horas.
Con un conjunto de instrumentos muy avanzados, Sentinel-3 probablemente es la más compleja de todas las misiones Sentinel, y amplía aún más la panorámica global que ofrece Copernicus.
En los océanos, Sentinel-3 mide la temperatura, el color y la altura de la superficie marina, así como el grosor del hielo. Estas mediciones sirven, por ejemplo, para monitorizar los cambios en el nivel del mar, la contaminación marina y la productividad biológica. En tierra, esta misión ofrece información para la vigilar los incendios forestales, registrar la forma en que se explota la tierra, observar el estado de la vegetación y medir la altura de ríos y lagos, complementando las mediciones de alta resolución de Sentinel-2.
Esta misión es resultado de la estrecha colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA), la Comisión Europea, Eumetsat, el Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES), la industria, proveedores de servicios y usuarios de datos. Los satélites han sido diseñados y construidos por un consorcio de unas cien empresas, lideradas por Thales Alenia Space Francia.