Sevilla.- El consejero andaluz de Empleo, Empresa y Comercio, Javier Carnero, ha pedido al Gobierno de España que haga cuanto esté en su mano para que, en “un ejercicio responsable de sus competencias”, compense “la ralentización del programa militar A400M” y de la fabricación del A380 con otras iniciativas “que actualmente se están evaluando, y cuya decisión está sobre su mesa”.
Se refería Carnero a proyectos como la renovación del avión de entrenamiento C-101, actualmente en evaluación, o la equipación tecnológica del futuro avión de experimentación Fenyx, cuya puesta en marcha acordaron a comienzos de este año el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial Esteban Terrada (INTA).
De esta manera podría paliarse la replanificación de las entregas en ambos programas, pues aun teniendo garantizada su continuación durante al menos diez años, se ha anunciado una nueva calendarización de trabajos que podría afectar tanto a la facturación de las empresas como las necesidades de personal.
Con 2.400 millones en facturación, 14.500 puestos de trabajo y más de 3.000 millones en exportaciones, el aeronáutico es “un sector estratégico para nuestra región, y por el que el Gobierno andaluz va a continuar realizando los mayores esfuerzos para mantener sus fortalezas”, recordó el consejero en el transcurso de su intervención en la Comisión de Empleo, Empresa y Comercio del Parlamento Andaluz.
Para ello, expuso que se ha pedido a la empresa su máxima disposición al diálogo, “ya que nuestra primera preocupación son los trabajadores que pudieran verse afectados por esta replanificación”, y dado que el Gobierno está representado en el Consejo de Administración de Airbus, también solicitó un plan concreto “que aporte la tranquilidad de que los nuevos pedidos de la aeronave C-295 implicarán más carga de trabajo para nuestra región”.
Carnero aprovechó el foro parlamentario para exponer las medidas que se están impulsando desde la Junta de Andalucía con el propósito de favorecer “un cambio de modelo sectorial basado en la diversificación”, donde a la tradicional fabricación de aeroestructuras se sumen la de vehículos no tripulados, sistemas aeroespaciales o la propia industria espacial, concretamente los pseudosatélites HAPS -High Altitude Pseudo-Satellites, así como las exportaciones a nuevos mercados y la mejora de la competitividad mediante la apuesta por la innovación.
Para lograrlo, anunció la puesta en marcha de una serie de medidas. La primera de ellas, redactar el Plan Estratégico del Sector Aeroespacial 2018, “que estará listo antes de finales de año”, remarcó, y con el que “Andalucía se convertirá en la única región de España con un plan específico de impulso a este sector”. Simultáneamente se trabaja en una iniciativa para impulsar el subsector de los vehículos no tripulados, y se han dado algunos pasos para plantearle al INTA la gestión conjunta del futuro centro CEUS, “recuperando así este proyecto estratégico para nuestra tierra”, insistió. Además, desde Andalucía se han realizado contactos para traerse el futuro estratopuerto o aeropuerto para la operación de pseudosatélites: “Vamos a recabar el apoyo de la Administración General del Estado, y plantearemos esta iniciativa a la Agencia Espacial Europea”, dijo.