París.- Investigadores de Charité-Universitätsmedizin de Berlín han desarrollado un sensor de visualización para monitorizar la temperatura del cerebro de los astronautas, según informa la Agencia Espacial Europea (ESA).
"Queremos medir la temperatura del cerebro, porque el cerebro es el órgano más importante, no solo para los astronautas sino para todo el mundo", explica Hanns-Christian Gunga, profesor de fisiología de este centro de investigación.
Los astronautas, a pesar de estar acostumbrados a entrenar todos los días, tienen una temperatura corporal más elevada en el espacio que en la Tierra. Nadie sabe por qué. Pero esto podría afectarles. El profesor Gunga explica que el cerebro es muy vulnerable a los cambios de temperatura. "El tiempo de reconocer algo, de seguir ciertas cosas o de tomar decisiones cognitivas puede ser más largo si la temperatura es alta".
Mientras llevan a cabo el estudio con astronautas, el profesor Gunga está adaptando el sensor de temperatura a la Tierra, podrían utilizarlo desde bomberos a médicos en la sala de urgencias…
Flotar por el espacio es un sueño, pero tiene sus inconvenientes. Más de la mitad de los astronautas se quejan de dolor en la región lumbar, también la población de la Tierra. El astronauta italiano Luca Parmitano dice que sentía que la columna se alargaba cuando estaba en órbita, porque los músculos se contraen constantemente. "Sentía mucho dolor porque los pequeños músculos que rodean la columna, no son lo suficientemente fuertes para volver a su posición, es muy difícil entrenarlos".
Investigadores de la Universidad de Northumbria, en Inglaterra, trabajan para paliar los dolores de espalda. Podrían haber descubierto una forma de estimular los músculos alrededor de la columna utilizando un aparato de ejercicios. Uno de los profesores de biomecánica de esta universidad, Andrew Winnard, señala que el objetivo es entrenar en profundidad mediante un aparato de readaptación funcional los músculos de la columna y los músculos posturales".
Este movimiento de las caderas, las piernas y los pies aparentemente sencillo es en realidad muy difícil de controlar porque se ha eliminado de la máquina el mecanismo de resistencia.
El equipo quiere enviar una máquina similar para la Estación Espacial Internacional (ISS) para que los astronautas la prueben, también la están testando con pacientes en Newscastle.
"Esperamos que todo el trabajo que estamos haciendo aquí se pueda aplicar pronto a la rehabilitación de los pacientes con dolor de espalada debido al trabajo sedentario, malas posturas o por otras causas", dice Andrew Winnard.
Durante dos décadas, la ISS ofrece a los astronautas una casa permanente en el espacio. Se ha innovado mucho, también en la telemedicina y la asistencia médica a distancia. En la ESA, el ingeniero Arnaud Runge muestra un prototipo de un aparato de telemedicina que se puede controlar desde la Tierra.
"La idea es que el astronauta ponga el aparato en su cuerpo, allí donde se le tenga que examinar para obtener una imagen. El médico, a distancia, a través de un mando controlará los movimientos de la sonda y la colocará en la posición necesaria para obtener la imagen".
"Sabemos de forma muy precisa lo que comen, cómo se ejercitan, conocemos su comportamiento del sueño, de esta forma tenemos una población controlada sin los factores alteradores que encontramos en la población general aquí en la Tierra”, dice Nick Caplan.
" En órbita podemos investigar eliminando la aceleración específica hacia la Tierra. Y aunque la ciencia es la misma, los resultados siempre son diferentes", apunta Parmitano.
Para Arnaud Runge, esta tecnología que mantendrá a los astronautas con una salud fuerte en sus viajes a Marte, será la misma que luego utilicen nuestros hijos y nietos.