París.- Los 48 pasajeros que viajaban el pasado domingo en un avión modelo ATR 42-500 de la compañía Hop!, filial de Air France, que cubría la ruta doméstica París-Aurillac oyeron un fuerte ruido durante el vuelo. “Gracias a la sangre fría de la tripulación, el avión aterrizó sin problemas”, dejó escrito un pasajero en un tuit.
El piloto, sin conocer exactamente lo ocurrido, explicó tras el aterrizaje que el avión pudo haber colisionado con un ave, ya que son muchas las que en esta época migran en esa zona, o tal vez pudiera haber impactado con un bloque de hielo.
Pero pasajeros y tripulantes, una vez en tierra, descubrieron que la parte que unía el fuselaje con las alas del avión estaba seriamente dañada, tal y como se pudo apreciar en las imágenes difundidas por las redes sociales.
Según medios locales, los primeros informes aseguran que una pieza del tren de aterrizaje pudo haberse desprendido al ser desplegada. La autoridad francesa de aviación civil ha iniciado una investigación.