Madrid.- Más de un centenar de científicos internacionales han debatido este miércoles en la sede del ESAC, en Villanueva de la Cañada, Madrid, “De Mars Express a ExoMars” las mejores bazas de la ESA para ofrecer observaciones científicas continuadas y complementarias de dos aspectos clave en el estudio del planeta: la presencia de metano y su climatología y ciclo del agua.
La presencia de los dos orbitadores europeos en Marte es una gran oportunidad para ampliar los conocimientos sobre el planeta, especialmente en lo referido a los gases traza presentes en su atmósfera. Sus observaciones son complementarias, ya que Mars Express, en los quince años que lleva operativa, ha ofrecido una imagen global del planeta, desde el subsuelo hasta su atmósfera, mientras TGO está diseñada para el estudio de aspectos más concretos.
Alejandro Cardesín, experto en misiones marcianas de la ESA, apunta que “buscamos ver qué se ha aprendido de Mars Express para aplicarlo en TGO, cómo se pueden coordinar observaciones entre ambas para hacer más ciencia”.
Para Miguel ángel López Valverde, coinvestigador de ambas misiones en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, lo más importante es que la presencia del orbitador de ExoMars 2016 va a dar continuidad a las observaciones. “A veces, es importante tener observaciones continuadas en el tiempo con instrumentos similares”, explica.
Los quince años de estudios de Mars Express le permiten tener, probablemente, la base de datos más completa sobre la climatología del planeta, conseguida gracias a observaciones continuadas, y TGO las va a complementar con su punto de vista diferente de la atmósfera, ya que su órbita no es tan elíptica y está más próxima a la superficie. Esto permite que Mars Express tome imágenes completas de contexto y TGO mida un aspecto específico más de cerca y, quizás, de manera simultánea.
Esta labor de continuidad y de complemento entre ambas misiones se va a utilizar, por ejemplo, para resolver las cuestiones persistentes sobre el posible hallazgo de metano en Marte. “Científicamente, no tiene sentido que ese metano esté ahí”, afirma Cardesín, que añade que hay cierta controversia sobre dicho hallazgo porque no hay una explicación física convincente. La señal espectral detectada por Mars Express era muy débil, así que se espera que TGO pueda confirmar, o no, la existencia de metano, ya que está diseñada específicamente para detectar gases traza en abundancias tan bajas como ése.
El orbitador buscará la presencia de metano en la atmósfera observando ocultaciones solares, o lo que es lo mismo, puestas de sol en el planeta cada dos horas, aproximadamente. Estudiará las bandas de absorción de la luz solar al atravesar la atmósfera marciana, buscando la señal de ese gas.
López Valverde explica que la coordinación entre Mars Express y TGO en este aspecto consistirá en que “si se observa metano en un determinado lugar, lo ideal sería mapearlo, ver su distribución y su evolución en los siguientes días. TGO tiene instrumentación para medir en nadir también, como Mars Express. Ambas pueden darse cobertura geométrica y temporal en la misma región espectral que complemente los datos sobre metano. Entre las dos representan la mejor sinergia. Una vez detectado el metano por Mars Express, TGO puede hacer seguimiento de la posible nube”.
Pero el objetivo principal es resolver la incertidumbre alrededor del hallazgo inicial. “Tenemos que saber cómo es el conocimiento completo del metano de Mars Express. Cuando tengamos todo el ciclo, tal vez con los resultados de TGO tendremos que volver a interpretar los datos de Mars Express”.
Esos datos también están ayudando a los científicos a refinar las herramientas de análisis que se utilizarán con TGO y el objetivo conjunto de ambas es ofrecer un conocimiento integral de Marte, pues aún persisten bastantes interrogantes sobre el planeta. Y es posible que se hagan nuevos hallazgos que no se esperaban.