Londres.- La Agencia Espacial Europea (ESA) ha firmado un contrato de 41,3 millones de euros con la empresa británica Inmarsat para ayudar a obtener más vuelos en el aire con menos demoras, mayor seguridad y menores emisiones de dióxido de carbono, según informa la propia agencia.
El programa incluye un enlace seguro de datos de gestión del tráfico aéreo por satélite entre la aeronave y el control del tráfico aéreo (ATC) para aliviar las frecuencias de radio congestionadas que se utilizan actualmente.
El contrato se firmó este mes durante una ceremonia celebrada en Londres. ESA, Inmarsat, Thales Alenia Space, CGI y un consorcio industrial comenzarán a finalizar la tecnología y a preparar su implementación en toda Europa.
Iris, que forma parte del programa ARTES y tiene por objeto hacer que la aviación sea más segura mediante el desarrollo de un nuevo sistema de comunicación aire-tierra basado en satélites para la gestión del tránsito aéreo (ATM), respalda el plan maestro de investigación de European Single Sky (SESAR) para la próxima generación de gestión del tráfico aéreo. SESAR ofrece recomendaciones sobre cómo brindar beneficios de seguridad, capacidad, seguridad y eficiencia para el tráfico aéreo europeo.
Esto es crucial, ya que se espera que la cantidad de vuelos en cielos europeos crezca un 50% en los próximos 20 años.
Actualmente, los enlaces de datos por satélite entre las aeronaves y el ATC se utilizan principalmente como apoyo en el espacio aéreo oceánico. El continente europeo ya congestionado todavía depende de los sistemas ATM basados ??en radar y radio, que requieren que las aeronaves estén separadas por una determinada distancia o tiempo para garantizar la seguridad. Las malas condiciones climáticas también pueden obstaculizar la capacidad de los pilotos y ATC para navegar por los cielos de forma segura, y requieren brechas aún mayores entre las rutas de vuelo.
Estas limitaciones han llevado al espacio aéreo de Europa a una saturación casi total, lo que ha provocado retrasos y cancelaciones masivas de los vuelos y el desperdicio de cantidades incalculables de tiempo y dinero.
A medida que nuestros cielos se vuelvan más ocupados, los sistemas de enlace de datos terrestres alcanzarán su capacidad máxima para 2025-30, razón por la cual SESAR ha reconocido la necesidad de una solución tecnológica complementaria.
ESA e Inmarsat han estado probando y desarrollando la red de tierra Iris y los terminales de la cabina que ayudarán a hacer precisamente eso. La tecnología Iris transmitirá los servicios de información y seguridad vitales del avión al control del tráfico aéreo utilizando satélites, creando una solución segura basada en Satcom que aliviará la presión sobre las comunicaciones de enlace de datos existentes. Las comunicaciones controlador-piloto se moverán cada vez más a texto digital en lugar de voz, mejorando la velocidad y la precisión.
Iris también está diseñado para permitir las trayectorias "4D" iniciales, identificando un avión en cuatro dimensiones: latitud, longitud, altitud y tiempo, que es uno de los principales conceptos definidos en SESAR. Esto permitirá un seguimiento preciso de los vuelos y una gestión más eficiente del tráfico a través de las Operaciones basadas en la Trayectoria (TBO).
TBO permite a los pilotos y controladores colaborar en las trayectorias de vuelo y calcular las rutas más cortas disponibles, navegar a altitudes óptimas y utilizar rutas de ascenso y descenso continuas, ahorrando combustible y mejorando el medio ambiente.
Iris también definirá cómo pueden evolucionar los programas de modernización para permitir una gestión completa de la trayectoria 4D en los espacios aéreos de todo el mundo, y el enlace de datos por satélite se convierte en el medio principal de comunicaciones seguras entre controladores y aeronaves.
Magali Vaissiere, directora de Telecomunicaciones y Aplicaciones Integradas de la ESA, dijo: "Es difícil exagerar el impacto que tendrá esta nueva aplicación de la tecnología satelital en los viajes aéreos modernos. Hemos estado trabajando en el programa Iris con Inmarsat y nuestros otros socios desde 2012 y nos complace ahora poder implementar el resultado de esta extensa investigación y desarrollo para mejorar tanto la economía europea como las vidas de los ciudadanos europeos en esta muy tangible camino".