Londres.- La policía británica impidió el pasado jueves por la noche que un piloto de British Airways con síntomas de embriaguez despegara del aeropuerto londinense de Gatwick a los mandos de un Boeing 777 con 300 pasajeros y la tripulación a bordo en un vuelo de 11 horas hacia la isla Mauricio en el océano índico.
Al recibir un aviso por parte de miembros de la tripulación, los policías abordaron el avión y se dirigieron directamente a la cabina esposando al piloto y bajándole del Boeing 777 y procediendo a su arresto.
Un portavoz de British Airlines dijo que la aerolínea estaba "tomando este asunto con extrema seriedad y que estaba ayudando a la policía en sus investigaciones. Sentimos el retraso por nuestros clientes. El avión permaneció en tierra hasta que un tercer piloto alternativo se incorporó a la tripulación. La seguridad el bienestar de nuestros clientes y nuestra tripulación es siempre nuestra principal prioridad".
Finalmente, el avión despegó y llegó a la isla Mauricio dos horas después del tiempo programado.