Austin.- Blue Origin, la empresa aeroespacial fundada por el creador de Amazon, Jeff Bezos, realizó el pasado miércoles en sus instalaciones de Texas la primera prueba de fuego del motor BE-4 de la compañía, con la esperanza de convertirse en el futuro impulsor del cohete gigante propio New Glenn, así como del próximo lanzador Vulcan de United Launch Alliance (ULA).
La breve prueba del miércoles marcó un gran paso hacia la certificación del motor de servicio antes de que finalice la década para respaldar los ambiciosos objetivos de la compañía de convertirse en un competidor importante en el mercado de lanzamiento espacial comercial.
Desarrollado con fondos privados, BE-4 ahora está en camino de convertirse en el motor de gas natural líquido más potente que alcanza el estado operacional, empleando tecnología innovadora, márgenes de diseño conservadores y una arquitectura completamente reutilizable para apoyar la futura empresa de lanzamiento orbital de Blue Origin.
El motor BE-4 del cohete de Blue Origin es la forma más rápida de acabar con la dependencia estadounidense del motor RD-180 de fabricación rusa. BE-4 ya tiene más de seis años de desarrollo, está totalmente financiado y estará calificado para vuelos en 2018, al menos dos años antes que la opción de motor alternativo. La prueba del componente BE-4 ya ha estado en marcha por más de cuatro años y las pruebas completas del motor comenzarán pronto.
La opción del motor alternativo está atrasada por varios años y no podría integrarse en un vehículo de lanzamiento hasta al menos 2021, ampliando nuestra dependencia de los motores rusos mucho más allá de 2019, dice la compañía, que asegura además que El BE-4 de Blue Origin no requiere el dinero de los contribuyentes.
El BE-4 está financiado absolutamente por el sector privado que sin necesidad de fondos del gobierno para su desarrollo. Un reciente estudio de la Nasa titulado "Justificación para la competencia distinta de la completa y abierta" para comprar motores adicionales de Space Shuttle afirma que un programa de desarrollo del motor tradicional costará más de 2.200 millones de dólares.
El BE-4 ahorrará a los contribuyentes 3.000 millones de dólares adicionales en costes de lanzamiento de seguridad nacional en 20 años al proporcionar mayor empuje -1,1 millones de libras frente a las 860.000 libras del RD-180- lo que permite una mayor capacidad de carga y posibilita el impulso de un cohete a más de 10 millones de dólares por vuelo para misiones comparables.