Londres.- La estación espacial china Tiangong-1, de 10,4 metros de largo y 8 toneladas y media de peso, lanzada hace seis años y que orbitaba a 370 km de la Tierra, ha acelerado su descenso hacia nuestro planeta a la Tierra fuera de control y se espera que se estrelle dentro de pocos meses, según informan diversos medios británicos.
En 2016, los técnicos espaciales chinos admitieron que habían perdido el control de Tiangong-1. Desde entonces, la agencia espacial de China notificó a la ONU que esperaba que la estación cayera sobre la Tierra entre octubre del 2017 y abril del 2018.
Desde entonces, la órbita de la estación ha estado acercándose a la Tierra. En las últimas semanas la estación ha ingresado a capas más densas de la atmósfera y comenzó a caer más rápidamente.
La semana pasada la directora de la oficina de ingeniería espacial tripulada, Wu Ping, confirmó en una rueda de prensa que la estación no tripulada caerá en algún momento de la segunda mitad de 2017. "Basándonos en nuestros cálculos y análisis, la mayoría de las partes del laboratorio espacial se quemarán durante la caída", añadió y agregó que es poco probable que afecte a las actividades de aviación o causara daños en la tierra.
El astrofísico de la universidad de Harvard Jonathan McDowell interpreta este anuncio como una pérdida de control de la estación, puesto que su regreso a Tierra será de forma "natural". Según él, actualmente el punto más cercano a la Tierra en la órbita de Tiangong-1 se encuentra "por debajo de unos 300 kilómetros".
Aunque se espera que una gran parte del laboratorio espacial se queme en la atmósfera, McDowell considera que pueden caer a la superficie algunas de partes de hasta 100 kilogramos de peso. Agrega que es imposible localizar el lugar preciso donde ocurriría el impacto.