Sidney.- El informe final del ATSB (Australian Transport Safety Bureau), publicado el pasado martes sobre la búsqueda llevada a cabo por Australia en el sur del Océano índico del vuelo MH370, recomienda a constructores de aviones que investiguen la incorporación de equipos y mejores métodos de seguimiento automatizado por satélite para evitar desapariciones.
Se trata de evitar en el futuro casos como el de la inconcebible e inaceptable desaparición desde hace más de tres años y medio del avión B777-200 de Malaysia Airlines con 239 personas a bordo. A falta de aclarar el misterio, el documento de 440 páginas apunta como remedio la incorporación de sistemas para evitar que un avión vuelva a desaparecer u optimizar futuras búsquedas de aeronaves desaparecidas.
La mayoría proviene del propio regulador aéreo mundial, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que ahora pide a las aerolíneas registrar la posición de sus vuelos cada 15 minutos. La medida fue adoptada en diciembre de 2015 y se aplicará a partir del año próximo.
Un avance sin duda, pero de acuerdo con el informe australiano, el intervalo no hace posible reducir suficientemente las zonas de investigación. La ATSB se basa en una publicación de 2011 de la Oficina francesa de Investigación y Análisis de Seguridad de la Aviación (BEA) para demostrar esto. Según los cálculos, una ubicación que envía señales cada 10 minutos genera un área de estudio de 4.300 kilómetros cuadrados. En el caso de un accidente, el alcance hace imposible asegurar que los supervivientes sean rescatados y que se detecten los restos en un plazo razonable.
La solución podría provenir de la instalación a bordo de equipos capaces de detectar situaciones de emergencia. En esos momentos, la aeronave debe transmitir continuamente todos los datos de vuelo tales como altitud, posición, rumbo, velocidad y aceleración. En tales situaciones, el transmisor localizador de emergencia (ELT) también debe activarse automáticamente.
El informe australiano también aboga por el despliegue del registrador automático de vuelo desplegable (ADFR). Esta tecnología implica la eyección, en el momento del impacto, de la "caja negra". Está equipado con una boya y un transmisor de emergencia (ELT). El informe de la ATSB afirma que la adaptación de la AFDR a la aviación civil requeriría importantes costes de desarrollo e instalación en aeronaves. En el pasado mes de junio, Airbus indicó que para 2019 el nuevo A350 estaría equipado con cajas negras eyectables.
En su defecto, el informe recomienda aumentar la autonomía de la baliza de localización submarina (ULB) generalmente unida al dispositivo de grabación. Su autonomía es ahora de 30 días. Desde el próximo 1 de enero, se ampliará a 90 días. A partir de la misma fecha, se montará una segunda baliza de largo alcance en el fuselaje de cada aeronave.
Para los investigadores australianos, otro dispositivo facilitaría la detección de restos. El ATSB recomienda la diseminación de marcadores flotantes en el avión. Estos tomarían la forma de marcadores visuales o reflectores de radar. Los cojines de asientos de pasajeros o contenedores destructibles en los bunkers podrían contenerlos.