París.- Tras la explosión de un motor del Airbus A380 de Air France el pasado sábado cuando sobrevolaba Groenlandia, las autoridades danesas de aviación civil delegaron en la Oficina francesa de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA) la apertura y realización de la investigación del incidente, según informó ésta.
BEA representa a Francia, país del operador, registro y construcción de la aeronave. Los investigadores de la Comisión de Dinamarca, en cuyo espacio aéreo se produjo el incidente, la NTSB, en representación de los EE UU, país de los fabricantes de motores y TSB, representante del Canadá, país al que fue desviado el avión, participarán en esta investigación sobre seguridad.
Cuatro investigadores de BEA se trasladaron el pasado domingo a la base militar de Goose Bay, acompañados de asesores de Airbus y Air France. Los investigadores del NTSB, acompañados por ingenieros de General Electric, Pratt & Whitney y TSB, también han acudido a la base canadiense.
Un quinto investigador de BEA viajó a Ottawa para asistir a la primera lectura de los datos registrados en una de las cajas negras, el Flight Data Recorder (FDR). Esta lectura permitió confirmar el lugar donde ocurrieron los hechos.
El Airbus A380-800 de la aerolínea Air France, operó el vuelo AF066 de París a Los ángeles. Despegó del aeropuerto de París-Charles de Gaulle el sábado 30 de septiembre de 2017 a las 0930 horas (TU), con 497 pasajeros y 24 tripulantes a bordo. Tras sufrir daños en el motor número 4 cuando sobrevolaba Groenlandia (Dinamarca), la tripulación lo desvió al aeropuerto de Goose Bay (Canadá), donde aterrizó a las 15:42 (TU) sin más incidentes.
El daño producido en la aeronave parece estar limitado al motor número 4 y su entorno inmediato. La observación del reactor muestra que el ventilador, el primer miembro giratorio delante del motor, se desprendió en vuelo haciendo que perdiera la entrada de aire.