Vandenberg.- Un Falcon 9 de SpaceX despegó este jueves desde la plataforma de lanzamiento de la Base Aérea de Vandenberg, en la costa del Pacífico, llevando a bordo el satélite de observación de la Tierra FormoSat-5 para la Organización Espacial Nacional de Taiwán (NSPO).
El objetivo del lanzamiento era poner el satélite taiwanés en una órbita sincrónica solar baja, donde se utilizará para transmitir imágenes globales de alta resolución y sondear la ionosfera de la Tierra con fines de investigación.
Para NSPO, ésta es una misión importante porque es el primer programa que la organización ha desarrollado en su totalidad, desde el diseño hasta la integración de sistemas. Taiwan espera que la misión allane el camino para una mayor autosuficiencia cuando se trata de la tecnología espacial y la imagen global.
El lanzamiento incluía también un intento de recuperación de la primera etapa del cohete Falcon 9, que debía volver después de separarse de la segunda etapa por descenso controlado a la plataforma de aterrizaje situada en el Océano Pacífico, aunque por razones no explicadas, SpaceX optó por un aterrizaje motorizado. Así, la primera etapa del cohete tuvo el más largo “tiempo de suspensión” hasta la fecha, elevándose a más de 250 kilómetros antes de caer en la Tierra, alcanzando con éxito que su tren plegable de aterrizaje se posara once minutos después del despegue.