Washington.- Para que todo funcione como estaba planeado, la nave espacial Orión destinada a la EM-1 (Exploration Mission-1) fue encendida con éxito por primera vez la pasada semana en la factoría de naves espaciales Orión, en las instalaciones de Operaciones y Verificación Neil Armstrong, en el Centro Espacial Kennedy de la Nasa, en Florida.
“El procedimiento de encendido inicial verificó la salud y el estado de los principales equipos y unidades de energía y datos de Orión y marca el comienzo de las pruebas críticas del subsistema de nave espacial para prepararnos para el vuelo”, dijo Mark Kirasich, director del programa Orión de la Nasa. La nave, el equipo de apoyo terrestre y los sistemas de vuelo, todo se ha comportado notablemente bien durante la prueba. Esto es un hito importante para Orión y para nuestros planes de exploración espacial de largo alcance“, añadió.
Durante las primeras pruebas de encendido, ingenieros y técnicos conectaron los ordenadores de administración de la nave a las unidades de energía y datos de Orión para asegurar que los sistemas se comuniquen con precisión entre sí para encaminar con precisión los comandos de potencia y funcionales durante toda la misión de exploración espacial. En el vuelo espacial, Orión generará energía a través de sus cuatro alas solares que, en conjunto, suman alrededor de 15.000 células solares que pueden aprovechar suficiente electricidad para alimentar a ocho hogares de tres dormitorios. Las unidades de energía y datos distribuyen entonces esa energía según sea necesario a toda la nave espacial.
“Los sistemas de energía y datos de la nave espacial y los ordenadores continuarán sometiéndose a pruebas adicionales de varios componentes durante los próximos dos o tres meses”, dijo Rafael García, jefe de pruebas y verificación del programa Orión de la Nasa, en el centro Kennedy.
Orión será lanzado a bordo del cohete del sistema de lanzamiento espacial (SLS) de la agencia norteamericana para una misión que viajará unos 65.000 kilómetros más allá de la Luna y regresará a la Tierra, cayendo al Océano Pacífico. La misión demostrará el funcionamiento del sistema integrado del cohete, la nave espacial Orión y los equipos de apoyo en tierra antes del primer vuelo con astronautas a bordo.