Stevenage.- El Solar Orbiter de la ESA atraviesa las fases finales de su integración en la sala de montaje de naves espaciales de Airbus en Stevenage, Reino Unido. Será lanzado en febrero de 2019 a una órbita cercana alrededor del Sol y permitirá a los científicos estudiar la corona solar en mucho mayor detalle, durante periodos de tiempo mucho más largos y a una distancia mucho menor de lo que nunca podría lograrse desde la Tierra o desde cualquier nave espacial que orbite nuestro planeta.
El eclipse total de Sol que cruzará los Estados Unidos de América este lunes de agosto proporcionará una perspectiva espectacular de la misteriosa corona solar, el halo que está a un millón de grados y que rodea a nuestra estrella. La corona solar solo puede verse desde la Tierra cuando la Luna pasa por delante del brillante disco solar, ya que habitualmente su luz es demasiado tenue para poderse apreciar. Los científicos que observen hoy el eclipse solar desde la Tierra podrán estudiar la corona durante los 160 segundos, como máximo, que durará el fenómeno para responder a muchas preguntas sobre este misterioso halo. No se sabe aún, por ejemplo, por qué la corona tiene una temperatura más de cien veces superior a la de la superficie del Sol.
El Orbiter Solar incorporará diez instrumentos que analizarán la corona y el disco solar con gran detalle, así como el viento y los campos magnéticos del Sol. Todo ello nos proporcionará información sobre el funcionamiento de nuestra estrella y sobre la forma de predecir con mayor exactitud los periodos de tormentas que el Sol envía hacia nosotros en determinados momentos.
El último de los diez instrumentos se está instalando este mes y el próximo paso consistirá en la prueba del sistema antes de que, a final de año, se le acoplen los escudos térmicos, las antenas y el mástil. La prueba eléctrica completa del instrumento se ha llevado a cabo con éxito, demostrando que el sistema funciona tal y como se esperaba.
Cuando el 2 de julio de 2019 se produzca el próximo eclipse total de Sol sobre el océano Pacífico y Sudamérica, el Solar Orbiter habrá comenzado ya su viaje de tres años y medio en dirección al sistema solar interior para acercarse a nuestra estrella.