Barcelona.- Los trabajadores de seguridad en el aeropuerto barcelonés de El Prat rechazaron este jueves la propuesta realizada por la empresa con la mediación de la Generalitat catalana, lo que podría recrudecer el conflicto laboral que ha originado largas colas en los últimos días en el segundo aeropuerto español.
El conflicto se agrava y el Gobierno reúne este viernes a un comité de crisis formado por Fomento, Interior, la Guardia Civil y Aena con un claro objetivo, según advierte el ministro Iñígo De la Serna: "Garantizar la seguridad, el orden público y la mínima afección a los ciudadanos y a los turistas".
Por su parte, el portavoz del comité de huelga de los trabajadores de Eulen, Juan Carlos Giménez, anunció que "se mantiene la huelga, los paros y todo, seguiremos negociando, ahora queda que se quiera sentar la empresa”, dijo tras una reunión con los cerca de 350 empleados de Eulen que trabajan en los arcos de seguridad del aeropuerto.
Si nada cambia hasta el domingo, está previsto que comience una huelga indefinida en el aeropuerto catalán a partir del lunes 14 de agosto. En una comparecencia posterior, el ministro de Fomento criticó la postura de los trabajadores en el conflicto y dijo que Eulen había realizado un importante esfuerzo en la última propuesta.
Los trabajadores también tenían otras opciones de aumento salarial: una subida de 200 euros mensuales en quince pagas y un complemento de 350 euros al mes en quince pagas, opción que hasta este jueves había defendido el comité. El resultado de la votación fue 89 votos para la opción ganadora, 82 votos para la opción de 200 euros mensuales en quince pagas, solamente dos votos para la propuesta de la mediación de la Generalitat y ningún voto para las aspiraciones iniciales de 350 euros mensuales en quince pagas.
"La posición de los trabajadores es completamente inasumible por la empresa", dijo De la Serna. “La situación requiere que el Gobierno esté preparado para que se garantice la seguridad y el orden público".
En las últimas semanas los trabajadores de Eulen protagonizaban varios paros parciales en los puntos de control de accesos originando largas colas para miles de pasajeros en los dos terminales del aeropuerto de Barcelona.
Eulen se había comprometido a asumir un incremento salarial de 200 euros y a aumentar el personal en los puestos de trabajo, lo que finalmente fue rechazado por la plantilla.